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Recordaba el panel de horarios en frente de su cama, papel blanco y letras negras las cuales sellaban su rutina diaria, larga extensa y precisa. Los recuerdos de su infancia eran nulos debido a esto, cada día, cada noche, cada semana, mes, año, todo era lo mismo, su mente era incapaz de pensar mas allá de las ordenes que se le decretaban, cual muñeco viviente, su única opinión era la compasion que sentía por el dolor propuesto por el mismo maltrato que el recibía.

El maltratado se vuelve maltratador decían.

El no quería ser eso, agradecía los pequeños momentos con su madre, quien cuál ángel acariciaba su cabello y le leía historias en sus escapadas nocturnas a su habitación o cuando le permitían. El jardín era su lugar favorito donde estar, nada más estaba ahí cuando a sus clases de esgrima debía de llegar para poder entrenar, las bellas flores de los arbustos cuidadas y vivas, lo unico que le daba color a ese deprimente lugar de tonos fríos y cerrados, podia ver una cabellera roja entre las plantas que el podía contemplar un angel encargado de jardín cuidar.

Logro librarse de su jaula de acero, trataba de negar el hecho de que no sabía que hacer con su vida, aunque se sentía desconcertado y sin rumbo cuál ave a la que le habían cortado sus alas, sentía el alivio del almenos no estar entre esas rejas.

¿Ahora que haría? Lo único que tenía claro era su deseo de no hacer daño a nadie y de no hacer lo mismo que su repugnante familia, en el fondo no sentía un verdadero amor o pasión hacia la carrera que había elegido¿Que le gustaba?

¿Que le gustaba?...

Nunca supo eso, hasta... Hasta que aquel hombre de seis dedos llegó a su vida, lo hacía tratar de entrar en razón y estar más centrado, a la vez lo hizo conocer cosas de las que no creia en lo absoluto, le dió la oportunidad de conocerce a si mismo... Más allá de las fiestas y poner su vida en peligro solo porque si.

Sentía cierta... Atraccion, hacia el, de cuidarlo, conversar, estar junto a el así sea en momentos de silencio y solo sentir su presencia, era... Lindo, sus acciones eran lindas, el como se enfocaba tanto y tenía clara sus metas era algo que le encantaba...

¿Que era lo que sentía? ¿Será aquello que su madre tanto le decía? Amor... Quiso experimentarlo un poco cuando pudo huir, las mujeres fáciles siempre trataban de aprovecharse de más en las fiestas debído a su prominente apellido, o más bien su cartera,siempre tratando de llevarlo a la cama o comerselo a besos, agradece estar lo suficiente cuerdo para evitar llegar a ese punto, más por asco que por otra cosa,estaba muy alegre cuando logro cambiarse el apellido de forma legal, ya no era seguido a dónde iba.

Estar con el le salía tan ... Natural, que en vez de verlo como un problema o algo complicado solo... Solo le gustaba y ya¿Era normal? Tenía tantas cosas que cuestionar pero en el fondo sentía que solo debía dejarse llevar, debería intentar acercarse un poco más...

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- Me voy, Fiddleford te toca a ti aspirar la alfombra, vuelvo en la noche, bye-

El de mechón verde salía de la universidad con una caja en manos, su mirada inexpresiva no daba ningún tipo de indicios de lo que planeaba hacer, fue hasta la zona acabada del estacionamiento y se subió en su auto dejando la caja en los asientos de atrás, lo encendió y se retiró empezando a conducir por las calles de la ciudad a una direccion precisa.

Las calles pasaban dónde la calidad de las casas iban en aumento, casas de madera pasaron a ser edificios de concreto. Se detuvo y estacionó su auto en una calle cualquiera, se bajó agarrando la caja y empezó a caminar con prisa hasta llegar a un edificio en particular, lo observo analisandolo de arriba a abajo y luego le dio la vuelta para quedar en la zona trasera, sonrió al ver una tapa de alcantarilla, solo el sabía de donde se las ingeniaba.

༒︎ᑕᒪOᐯᗴᖇ.♧︎︎︎/T.1(Stanford x Male!Reader) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora