Era sábado y durante la semana, Vanesa, una chica del salón de , había repartido invitaciones para su fiesta de cumpleaños. Ni Camila ni Yael recibieron invitaciones, algo que no sorprendió a ninguno de los dos. La realidad era que no le caían bien a casi nadie en la escuela la gente ya se habia aburrido de tratarlos bien solo por el dinero . Yael, con su humor sombrío, le había preguntado a Camila si quería que él amenazara a alguien para conseguir una invitación, pero ella se negó de inmediato. No quería seguir obteniendo cosas por medio de amenazas o dinero. Además, había notado que Yael había estado más agresivo de lo normal en los últimos días, y cuando le preguntó qué le pasaba, él simplemente la evitó.
Camila estaba sentada en su habitación, intentando decidir cómo ocupar su fin de semana. Pensó en ordenar su cuarto, ver alguna película con Yael, o continuar con su práctica de tejer a crochet. Se sentía un poco triste al darse cuenta de que no tenía amigos auténticos en la escuela, pero la compañía de Yael le bastaba. A pesar de su reciente agresividad, Yael siempre había sido un buen chico para ella. La apoyaba en cualquier situación y a menudo salían juntos a tomar un helado o simplemente a pasear. Sin embargo, ninguna de esas salidas con Yael se comparaba a las que tenía con Pedro.
Entonces, como si sus pensamientos lo hubieran invocado, recibió un mensaje de Pedro. Ella respondió con cariño, y Pedro le contestó de la misma manera. Luego, le hizo una pregunta simple pero crucial.
—¿Ya tomaste una decisión, linda?
Pedro le había propuesto, hacía unas semanas, tener relaciones sexuales por primera vez. Camila estaba confundida. Lo amaba mucho, pero sabía que era demasiado joven para algo así. Pedro había sido muy cariñoso y atento últimamente, diciéndole lo especial que era para él. Camila lo amaba, y estaba convencida de que él la cuidaría y respetaría.
Después de un momento de duda, decidió responder.
—Sí. Ya tomé la dicción.
En su habitación, Yael estaba sentado en la oscuridad, con la tenue luz de su computadora iluminando su rostro. Estaba viendo videos sobre cómo practicar taxidermia en animales pequeños. La idea de desarmar y reconstruir criaturas le resultaba fascinante, y siempre había sido una manera de escapar de la realidad. Pero últimamente, incluso esta actividad perdía su atractivo.
Desde aquel día horrible, Benjamín, su abusador , había convertido a Yael en su marioneta. Benjamín no dejaba de pedirle cosas, exigiendo dinero y empujándolo o pidiendo favores inapropiados para el y sus amiguitos . Yael se sentía atrapado en una red de chantaje que parecía no tener fin. Sabía que estaba perdiendo el control de su vida, pero no veía una salida.
Mientras veía el video de unas manos expertas que desmontaban un pequeño animal, Yael reflexionaba sobre su situación. Sentía una mezcla de ira e impotencia. Benjamín lo controlaba a través del miedo, y Yael sabía que si seguía así, algo dentro de él se rompería.
Tenía que hacer algo !, y a su mente solo llegaban ideas terribles , de como terminar con todo .
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Si quieres puedes Volar ( Sarah , Isaac, Yael )
Teen FictionResumen del Libro **"Lo que no te cuentan: Historias entrelazadas"** es una novela que entrelaza las vidas de cinco jóvenes que enfrentan profundas luchas internas en un mundo que no siempre comprende sus desafíos únicos. Isaac, un joven con TOC, e...