**Isaac** se miró en el espejo, ajustando el nudo de su corbata con manos temblorosas. Su traje oscuro era impecable, con una camisa blanca que contrastaba perfectamente. Pero, aunque su apariencia era la de un niño listo para recibir un sacramento importante, su interior estaba lleno de dudas y sentimientos de indignidad. Había pasado toda la noche anterior rezando, pidiendo perdón por sus pensamientos, por sus debilidades, por no ser el hijo perfecto que su madre creía que era. Se sentía como un impostor, como si todo aquel evento fuese solo una farsa para él. Aun así, sabía que no podía decepcionar a su madre, la mujer que tanto admiraba y que siempre le decía que soñaba con el dia en que lo pudiera ver vestido asi .
En la habitación de al lado, **Sarah** estaba de pie frente a su madre, quien ajustaba los últimos detalles de su vestido rosa. Era un vestido precioso, pero a Sarah le parecía incómodo, no solo por el peso de la tela, sino por lo que representaba. Ella no se sentía preparada para este paso, no porque no lo entendiera, sino porque sentía que la obligaban a hacer algo que no era suyo, algo que no comprendía del todo. Mientras su madre le sonreía con orgullo, Sarah no podía evitar pensar en las veces que había sentido mariposas en el estómago al mirar a otras niñas cuando era más joven. Esos sentimientos habían sido aplastados por el peso de la fe, o eso intentaba creer, pero ahora, en un día tan importante, volvían a surgir con fuerza. ¿Acaso esos sentimientos significaban que era lesbiana? La idea la inquietaba, no porque temiera quién era, sino porque sabía que no sería aceptada en su comunidad religiosa.
**Jazmín**, por otro lado, se sentía completamente indiferente mientras se miraba en el espejo con su vestido azul. No entendía el propósito de todo aquello. Para ella, la Primera Comunión era simplemente una ceremonia vacía, una formalidad que tenía que cumplir porque así lo requería su familia. Mientras su madre la ayudaba a arreglar su cabello, Jazmín apenas escuchaba sus palabras. En su mente, ya estaba contando los minutos hasta que todo terminara. No sentía ninguna conexión espiritual con el evento y no veía la necesidad de fingir que sí.
**Fe** fue la última en estar lista, y cuando salió de su habitación, todos en su casa quedaron sorprendidos. Llevaba un traje masculino de color blanco, elegante y moderno, que destacaba por su simplicidad y sofisticación. A pesar de que su Tía no estaban completamente de acuerdo con su elección de vestimenta, nadie podía negar que se veía impresionante. Fe, sin embargo, se sentía incómoda, no por su apariencia, sino por lo que la ceremonia representaba. No quería estar allí, no porque no creyera en Dios, sino porque no sentía que esta comunión fuera un reflejo de su fe. Era un acto social, no espiritual, y ella no quería participar en algo tan vacío de significado para ella.
### La Ceremonia
La iglesia estaba llena de familiares y amigos cuando los cuatro chicos entraron en procesión, siguiendo al sacerdote. El ambiente era solemne, las luces suaves de los candelabros iluminaban el altar decorado con flores blancas. Isaac caminaba con la cabeza baja, sintiendo que todos los ojos estaban sobre él, juzgándolo. En su mente, repasaba todas las razones por las que se sentía indigno de estar allí, temeroso de que en cualquier momento, Dios pudiera revelar sus pecados al mundo.
Durante la ceremonia, mientras el sacerdote recitaba las oraciones y bendecía el pan y el vino, Isaac sintió una mirada fija sobre él. Era una sensación incómoda, como si alguien estuviera observando cada uno de sus movimientos. Giró la cabeza ligeramente y, para su sorpresa, vio a **Camila** y **Yael** sentados en uno de los bancos traseros de la iglesia. La madre de Camila era una devota feligresa de la misma iglesia, por lo que no era inusual verla allí, pero lo que realmente captó su atención fue Yael. Isaac nunca hubiera imaginado ver a alguien como Yael en la iglesia: con su estilo rebelde y su actitud desenfadada, parecía completamente fuera de lugar. Sin embargo, ahí estaba, sentado al lado de su prima, con una expresión neutral que Isaac no pudo descifrar.
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Si quieres puedes Volar ( Sarah , Isaac, Yael )
Teen FictionResumen del Libro **"Lo que no te cuentan: Historias entrelazadas"** es una novela que entrelaza las vidas de cinco jóvenes que enfrentan profundas luchas internas en un mundo que no siempre comprende sus desafíos únicos. Isaac, un joven con TOC, e...