CAPÍTULO 10

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—¡Hola! ¡¿Hay alguien allí?! ¡Busco a la glotona de las donas: Adhaní Gagnon! ¡Le traje unas cuantas, pero si no sale rápido, tendré que come

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—¡Hola! ¡¿Hay alguien allí?! ¡Busco a la glotona de las donas: Adhaní Gagnon! ¡Le traje unas cuantas, pero si no sale rápido, tendré que come...! —Abro la puerta de mi habitación rápidamente.

—¡Papá! —Tomo la caja blanca de donas, haciéndole una seña para que entre—. ¿Anoche llegaste tarde? —Me siento en la cama sobre una pierna, sin dejar de prestarle atención a la caja en mis manos. 

—Sí, pequeña —responde mientras se sienta a mi lado en la cama—. Mamá me dijo...

—Estoy bien, papá —lo interrumpo y lo miro un momento, tratando de convencerlo con una sonrisa—.  En realidad, ahora no quiero hablar de nada de eso. —Abro la caja de donas—. ¿En qué momento fuiste por ellas? —pregunto cuando caigo en cuenta que es muy temprano.

—Un par de donas siempre animan a mi pequeña, —Me sonríe y me hace una caricia en la mejilla—. Parece que no soy el unico que se ha dado cuenta de ello... 

—¿Qué? —Lo miro frunciendo el ceño. 

—Que la leche con chocolate ya nos espera abajo... —Se aclara la garganta. 

Mis pensamientos se confunden cuando me concentro en sus palabras. "Leche con chocolate". Siempre que me pasa algo, mi papá me prepara leche con chocolate porque dice que eso era lo que me calmaba cuando lloraba de niña. Ahora es como una tradición y la verdad, funciona muy bien. 

Siento como mis ojos se cristalizan por un momento, pensando en que sí necesito hablar. Necesito entender como me siento, y estoy segura de que no hay otra persona en el mundo que podría entenderme tanto y ayudarme como papá.

—¿Segura que no quieres hablar...? —pregunta, como leyera mis pensamientos. 

—Es que... —Lo miro, con el presentimiento  de que tengo expresión de cachorrito asustado—, mi cabeza y mi corazón son un lío... Ni siquiera sé por dónde empezar... —Dejo la caja a un lado y apoyo mi cabeza en el hombro de papá—. En realidad no sé porque me siento así. El corazón me duele y nadie me ha hecho nada malo. Tal vez estoy exagerando y hago que todo se trate de mí y por eso me siento así. Porque Chris puede tener amigas... Vamos, que él tiene muchas, siempre las ha tenido. ¿Por qué ahora me siento insegura? Y Lucian... No sé qué me pasa con él. Creo que me siento ofendida porque no me contó algo que esperaba que me contara. Pero ¿por qué me ofendo? Él nunca me cuenta nada, ¿por qué me iba a contar que tuvo algo con Katherine...? Aun así, me puso furiosa que no me dijera nada. ¿Será que él aún siente algo por ella? Tal vez ella rompió su corazón, pero aún está enamorado. Ella no quiere decírmelo,  dice que no le concierne y la verdad, a mí tampoco. No es algo que necesite saber, pero es que quiero saberlo. ¿Por qué? Soy una chismo...

—Estás celosa... —me interrumpe, y acaricia mi cabeza.

—¡Claro que estoy celosa, papá! —Me separo de él—. Chris es mi novio. Cassie dice que últimamente está muy cerca de una chica y está cambiando un poco conmigo. —respondo tratando de sonar más tranquila.

El Chico De La Parada De Autobuses (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora