—¡Adhaní! Ya despierta —molesta Nashly, moviéndome en la cama, muy emocionada—. ¡Vamos a hacer las compras navideñas!
No puede ser. ¡Estoy harta de compras navideñas!
—¡Dioos! Basta, Nash —me quejo, intentando abrir un ojo—. ¿Qué hora es? —balbuceo.
—Justo la hora de hacer las compras. ¡Date prisa! Y ustedes también, rápido. —Da un par de aplausos que me resuenan en los oídos haciendo que sienta unas punzadas en las cienes y quiera estrangularla—. Espabilen, que nos vamos. ¡Ya, ya, ya! —presiona, aventándoles una almohada a Chris y Tyler, quienes se quedaron a dormir en el suelo de mi habitación.
La más emocionada por nochebuena siempre es Nashly. Ella es el tipo de persona que le pone chispa y felicidad a todo con sus comentarios ocurrentes, sus carcajadas ensordecedoras, su felicidad, creatividad... Simplemente, ella es... Ella.
En ese aspecto podríamos ser un poco parecidas, pero ella es mucho más mandona y decidida que yo, cosa que le admiro y al mismo tiempo me fastidia un poco, honestamente.
—¿A dónde iremos primero? —Ty es el primero en preguntar cuando nos quedamos todos parados en medio de la entrada del centro comercial.
—Este centro comercial es muy grande —observa Darly—. ¿Y si nos separamos? —Nos mira a todos. Yo pienso que es una buena idea, pero nadie dice nada hasta esperar a que Nashly responda primero, así que solo la miramos.
—Sí, buena idea —dice ella, sin mirar a nadie solo al frente, como si se respondiera a ella misma—. Chris, Adha y Ty, ustedes tres vayan juntos, por un lado. Darly y yo vamos por el otro —ordena—. Nos vemos aquí en una hora. —Se empiezan a alejar de nosotros, sin esperar a que respondamos.
—Bien... Hace no mucho estuve aquí, vamos. —Empiezo a caminar viendo todo, tomada de la mano de Chris y al otro lado, tomada del brazo de Ty.
—Es pequeña comparada con las de Vancouver... —comenta Chris.
—¿Será porque todo allá es más grande? —le respondo con un tono de ironía.
—¡Alla hay un baño! ¿Me pueden esperar un momento? Necesito ir al baño, no tardo —avisa Tyler deteniéndose, haciendo que nosotros también lo hagamos.
—Claro —respondemos ambos a la vez y Tyler se aleja.
—Por fin un momentito a solas después de tanto... —dice Chris lentamente, tomándome de la cintura para eliminar la distancia que nos separaba, con una sonrisa en el rostro. Su mirar me hace sentir un poco inquieta y hace que me ardan las mejillas—. Siempre que pienso que no te puedes ver más hermosa, me termino sorprendiendo una y otra vez...
—Ah, ¿sí? —Rodeo su cuello con mis brazos, sonriéndole de vuelta.
—Claro... —Sonríe más ampliamente—Extrañaba tanto tenerte así de cerca... Todos los días pienso en que me haces demasiada falta en Vancouver... —Cierro los ojos con fuerza e intento alejarme de él, pero él me aprieta con fuerza—. Lo siento, te juro que no lo hago con la intención de hacerte sentir mal o presionada, pero... ¿Qué haces aquí?
—¿No se te ha ocurrido pensar que tal vez me gusta estar aquí? —le reclamo.
—Pero si aquí no hay nada, todo parece... —Mira alrededor—... aburrido. Además, allá están tus hermanos y Cassie...
—Pero aquí están mis papás y...
—Gagnon. —Escucho la voz de Lucian detrás de mí, haciendo que un escalofrío pase por toda mi espalda.
—L-Lucian. —Me alejo de Chris por inercia de un empujón—. ¿Qué haces aquí? —Lo miro, al mismo tiempo que siento la mirada penetrante de Chris.
Él no responde, solo levanta una bolsa de libros haciendo una seña.
—¡Estoy de vuelta! Definitivamente necesitaba... —Tyler llega a mi lado y se queda mirando a Lucian con detenimiento— ¿Quién es él? —Lo señala mientras lo mira como inspeccionándolo.
—Ah, él es...
—Soy amigo de Adhaní —se apresura a decir sin ningún tipo de emoción—. Nos encontramos por casualidad.
—¿Por casualidad? —pregunta Chris, con el ceño fruncido.
Parece un poco molesto, con la mirada fija en Lucian. Él ni siquiera le toma importancia.
Tyler me dedica una mirada, de esas que tenemos como hermanos, que solo nosotros entendemos. Yo asiento discretamente.
—¡Vaya! Pero si eres tú. —Voltea hacia Lucian nuevamente, yo miro por un momento a Chris, quien tiene una expresión de no entender nada—. He escuchado mucho de ti. Qué bueno es conocerte... —Tyler me mira un momento con una sonrisa malvada—. ¿Quieres venir con nosotros? Estamos haciendo las compras navideñas y nos tocó dividirnos. Solo nos falta...
—Las compras navideñas no son lo mío —lo interrumpe serio.
—Si no vendrá, entonces vámonos, se hace tarde ¿no? —dice Chris, dando un paso adelante, dejando un pequeño espacio entre nosotros.
—Ven conmigo. —Lucian me toma de la mano aprovechando ese espacio que Chris dejo libre y empieza a caminar.
Pasa tan rápido, que ni siquiera reacciono y de un momento a otro me doy cuenta de que estaba corriendo a su lado.
—¡Lucian! ¿Qué haces? Tengo que volver con ellos... —reclamo sofocada, tirando de mi brazo y él empieza a detenerse.
—¿Me acompañas a un lugar importante? —pregunta, dando la vuelta para mirarme, cosa que me pone nerviosa— Quiero presentarte a mi hermano...
—¡¿Ya llegó?! —Le sonrío con emoción.
—¿Me acompañas o no? —Me mira directamente a los ojos, aun muy serio.
—S-sí, te... te acompaño —acepto un poco dudosa—, pero mi hermana me matará si no hacemos las compras navideñas... Y mi novio está aquí... ¿Podría ir más tarde a tu cas...?
—Bien, entonces vamos. —Empieza a caminar, ignorándome.
Yo sin poder seguir su ritmo por la diferencia de altura, empecé a correr. Ni siquiera entendía porque lo seguía, pero ahí iba y sin sentirme mal. Al contrario... y eso es raro, ya que siempre que hago algo que de alguna manera no está bien, siempre siento un dolorcito en el pecho que me obliga a volver al buen camino, pero esta vez no se siente así. No se siente mal. No siento nervios. No siento nada. Solo el aire que frío que entra por mi boca mientras corro.
Ah, y también siento las mejillas entumidas por no poder parar de sonreír.
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El Chico De La Parada De Autobuses (EN EDICIÓN)
Teen Fiction¿Por qué tengo tanta curiosidad por ese chico? Conoce la historia de Adhaní. Una chica de 19 años, con una vida tranquila y un romance perfecto, hasta que se muda a Milton. Descubre cómo cambia todo cuando conoce a Lucian, el chico de la parada de a...