Capítulo uno.

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⚠️ sexo con personaje mob.

La mirada muerta y sin brillo de Yoichi estaban posadas en el techo de la habitación, deseando olvidar la horrible sensación que le provocaba estar acostado, con un criminal que hacía lo que quisiera con su cuerpo.

¿Cómo terminó así?

Hace un largo tiempo su vida estaba llena de luz, tenía una linda familia con unos padres amables y comprensivos, amigos que lo adoraban y cuidaban de él, además era bueno en los deportes, en el fútbol para ser más específico. Todo estaba yendo demasiado bien, hasta que un día, su vida perfecta había sido destruida por completo. Terminó atrapado en este asqueroso lugar donde le robaron cualquier rasgo de pureza que pudiera seguir teniendo. 

La sonrisa dulce, la mirada bondadosa y la amabilidad de Isagi Yoichi, todo eso, fue muriendo de a poco cada vez que su cuerpo era utilizado por esos alfas crueles.

Y esa no era la peor parte, al ser una rareza de la humanidad, específicamente un omega masculino, era la razón de su popularidad en el burdel. Atraía clientes de todas partes de Japón, incluso algún que otro extranjero ha probado un poco de Yoichi. Lo hicieron tantas veces, que ya no tenía sentido quejarse, solo callar y dejarse ultrajar.

—Maldita sea, ¡me voy a correr! —gritó el hombre después de dar su última embestida en el interior del omega y después salir—. Uff, eso estuvo bueno, pequeño. Volveré mañana por ti —dijo, cerrando el cierre de sus jeans.

Yoichi no respondió. El hombre salió de la habitación dejándolo solo y, una vez más, se cubrió el cuerpo con las mantas de la cama, para llorar y sentirse jodidamente miserable después de ser violado por otro alfa desconocido. Ya había perdido la cuenta de cuantos se divirtieron con él, y era agotador. Su fuerza de voluntad  había desaparecido por completo, y pensaba que nada ni nadie podría sacarlo de ese infierno.

—Y en esta habitación se encuentra el chico del que le hablé, señor —reconoció la voz al instante. La mujer que se encargaba de mantenerlo vigilado, se acercó a la puerta, con una gran sonrisa—. El omega masculino del cual le comenté.

Dos personas interrumpieron su momento vulnerable en medio del llanto, lo que hizo que se tapara más bajo las sábanas para cubrirse el cuerpo, pues lo único que llevaba puesto era el collar de protección contra la mordida de un alfa. A pesar de que muchos tipos lograron ver su desnudez, Yoichi todavía se sentía avergonzado como la primera vez.

—Dígame, señor Ray Dark. ¿Qué opina del mejor omega de este burdel? —dijo la mujer sonriente. Los ojos cristalinos de Yoichi se posaron en la otra persona.

Era un hombre mayor, extranjero, más de cincuenta años, quien vestía una prenda de traje elegante y llevaba un bastón. Su presencia era pesada e intimidante, que hasta podía jurar que la dueña del burdel estaba temblando por tal imponencia.

—Este chico —Ray Dark no apartó su penetrante mirada de Yoichi, quien estaba cabizbajo para no tener contacto visual con él—. Me lo llevo —dijo después de pensarlo por varios segundos.

—¿Q-qué? —dice la mujer confundida—. ¿Tan pronto? Quiero decir, Isagi-chan no está a la venta de forma oficial, es nuestra mayor fuente de ingresos.

—He escuchado rumores de un omega masculino en este lugar —comenzó a hablar de forma severa—. Y viajé hasta aquí solo por este chico, estoy dispuesto a pagar lo que sea necesario para obtenerlo.

—P-pero...

—Puedo destruir tu negocio en un abrir y cerrar de ojos si así lo quiero.

Yoichi escuchaba con atención la conversación de ambas personas en silencio, pues aunque quisiera protestar en contra, sabía que no valía la pena porque se trataba de dos alfas y eso significaba que su opinión no valía nada. 

Through the Dark 《 kaisagi • kiis 》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora