Capítulo catorce. 🔞

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Yoichi abrió los ojos con lentitud, su cuerpo todavía se sentía pesado y su cabeza estaba en blanco.

Al parecer, se había quedado dormido por muchas horas y se tomó el tiempo de hacerlo a gusto. 

Se frotó los ojos con los puños para después estirar los brazos y bostezar, se sintió extraño por unos momentos sin saber qué estaba pasando, hasta que de pronto fue disparado con muchos recuerdos en su mente, recordando todo lo que sucedió con Kaiser en la madrugada.

Las mejillas de Yoichi se tornaron de color rojo y decidió taparse más con las sábanas al notar que estaba completamente desnudo, lleno de marcas, chupones, mordidas y claro, su entrepierna estaba llena de fluidos, prueba de todo lo que Kaiser hizo con él.

Llevó una mano hasta su cuello y soltó un quejido de dolor al sentir la herida fresca de la mordida de Kaiser. El alfa realmente lo había marcado y Yoichi no tenía idea de qué pensar.

 Creyó que iban a volver a la normalidad después de esa noche, pero al ver esa situación se dio cuenta de que nada volvería a ser igual, pues ahora le pertenecía en cuerpo y alma a Michael Kaiser.

Y sabía que eso estaba mal. Entonces, ¿por qué se sentía tan bien con el aroma a rosas que se mezclaba con su aroma a lavanda?

Era delicioso, como si estuvieran hechos el uno para el otro.

Tal vez por eso no estaba enojado ni deprimido, o quizás, porque todavía no estaba en sus cinco sentidos. Su cuerpo rogaba por la presencia del Alfa, estaba mareado y deseando tener a Kaiser a su lado, por eso aún no había caído en cuenta del peligro y todas las consecuencias de ser un omega marcado. No era un juego, pero su cabeza solo podía pensar en lo mucho que quería ser abrazado por Kaiser. Sin embargo, para su mala suerte, el otro lado de la cama estaba vacío. 

No había ningún rastro de Kaiser más que el de su fuerte aroma. Yoichi supuso que, a causa de la marca, necesitaba estar al lado del Alfa a toda costa, anhelaba tener más conexión con él, incluso después de todo lo malo que le había hecho. Su omega interior rogaba por ello.

Hasta que la puerta de la habitación se abrió, dejando ver al Alfa que tanto estaba esperando.

Yoichi sintió un alivio inmenso al verlo, pero sorprendido porque en sus manos tenía una botella de agua y una bolsa de algo, tal vez ¿comida?

Kaiser, quien sólo vestía un pantalón y estaba con el torso desnudo, se acercó a la cama ofreciéndole la bolsa a Yoichi.

—Umh —murmuró algo incómodo por ver al Alfa sin camisa, pues podía ver con más claridad el tatuaje que rodeaba el brazo del Alfa hasta llegar a su cuello. 

Reconoció que lo hacía ver bastante atractivo y varonil. No podía despegar su mirada de lo fuertes que se veían los brazos de Kaiser, perfectos para abrazarlo toda la noche, y ni hablar de los abdominales. El alfa realmente tenía un físico bien trabajado donde mostraba toda la fuerza que tenía.

Yoichi no pudo evitar sentirse culpable en ese momento, porque se supone que las cosas no deberían haber terminado así. Estaba bien con qué Kaiser solo fuera el hombre vulnerable a quien debía cuidar, pero tal vez fue muy ingenuo de su parte creer que eso podía ser posible. Al final de cuentas, Kaiser seguía siendo un alfa con necesidades y Yoichi era un omega que también estaba obligado a tener sexo con él. En algún momento tenía que pasar y, para mala suerte de Yoichi, pasó. Nunca fue una excepción. 

Ahora había terminado con una marca por parte de Kaiser y, claramente, estaba reaccionando a él, por eso la presencia del Alfa era como una cura a todos sus problemas.

—¿En qué tanto piensas? —dijo con seriedad, sentándose en la cama, ofreciendo otra vez la bolsa al omega—. Vamos, come y luego tienes que beber esto.

Through the Dark 《 kaisagi • kiis 》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora