Capítulo dieciocho.

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Yoichi no dejaba de gemir por culpa de la rudeza con la que Kaiser golpeaba sin piedad su interior.

—Eso es Yoichi, gime más fuerte —dijo con una sonrisa triunfante en el rostro—. Hazlo hasta que Ness pueda escucharte y sepa que eres solo mío.

El omega se sentía bastante mal por Ness, pues se había quedado solo y lastimado en el suelo por culpa de Kaiser. Se preguntó si al menos alguien lo estaba ayudando.

—¡K-Kaiser, eso no-! Eso no está bien…

—Se lo merece por intentar lastimarte —gruñó—. ¿O acaso ya lo olvidaste?

Era verdad, Ness lo había intentado lastimar, pero el corazón de Yoichi era tan grande que no pudo evitar preocuparse.

—¡Ngh, Kaiser! —gimió con la voz temblorosa, tomando el rostro del alfa para recibir un beso. Kaiser lo hizo y siguió follándolo hasta que ambos quedaron exhaustos.

Cuando terminaron, lo primero que hizo Yoichi fue buscar el abrazo del alfa, para gran sorpresa de Kaiser. Yoichi se acurrucó a su lado para sentir la calidez después de terminar.

Era extraño porque se supone que debía odiarlo, pero su cuerpo actuaba por sí solo buscando tener contacto con él. Su omega interior se encargaba de demostrarlo.

Por más que era obvio que esa necesidad sucedía por culpa de la marca, también pensaba que iba más allá que solo la unión. 

¿Acaso era un masoquista? 

Con todo el dolor y miedo que Kaiser le hizo pasar, por alguna razón disfrutaba saber que tenía un alfa posesivo a su lado. Algo que en otra circunstancia nunca hubiera aceptado, ahora tenía toda la protección del mismo, lograba sentirse tranquilo y dormir en paz a su lado.

Tal vez eso era lo que en verdad significaba la marca. Sentirse protegido al lado de tu compañero de vida.

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Pasó una semana desde el incidente con Ness, el cual fue incapaz de volver a dirigirle la palabra a Yoichi y se mantenía oculto en su habitación después de recibir más amenazas por parte del alfa.

Kaiser decidió no matarlo porque sería un problema innecesario con el cual lidiar en medio de todos los problemas que Ray Dark tenía con otras malditas bandas de mafiosos. Aun así, tenía bien vigilado a Ness para evitar otro acercamiento indebido hacia Yoichi.

Ahora el problema principal era una reunión con el líder de la Mafia inglesa, Chris Prince.

Ambas mafias tenían acuerdos, pero eran prácticamente enemigas.

La razón por la que ahora estaban en paz era porque, cada cierto tiempo, Ray Dark les ofrecía a las omegas alemanas más hermosas o, en ocasiones, a extranjeras. Por supuesto, todas eran vírgenes, porque según Prince, tenían más valor.

Pero desde hace poco, la paz se fue desmoronando cuando los hombres del escalón más bajo comenzaron un par de peleas callejeras, ocasionando muertes, las cuales no pasaron desapercibidas por los mandos altos. Por eso, Chris estaba allí para solucionar el problema con ambas bandas en son de “paz”.

Kaiser estaba serio en la oficina, mirando con atención a Prince y sus hombres.

—Si los hombres de tu padre siguen matando a los míos, no tengo más remedio que destruir yo mismo a ese viejo —dijo sentándose cómodo en el escritorio de Kaiser—. Aunque eso se puede solucionar fácilmente, quiero decir… me merezco una ofrenda de disculpa.

Kaiser levantó una ceja. —¿Una ofrenda de disculpa?

—Estoy aburrido de las omegas femeninas que me envía tu padre —dijo bostezando—. Quiero algo nuevo, y algo que sé que tienen en su poder.

Through the Dark 《 kaisagi • kiis 》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora