Capítulo quince.

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⚠️ANGST


En el pasado.

La vida de Isagi Yoichi no siempre fue mala, tenía dos padres amorosos, ambos eran betas y, a pesar de que su pequeño hijo Yoichi nació como un omega, lo amaron incondicionalmente. 

En la infancia, el omega descubrió su gran interés por el fútbol, y claro, sus padres no dudaron en cumplirle cada uno de sus caprichos; comprándole un balón de fútbol, camisetas de equipos y todo lo que necesitaba para entrenar. Con el pasar de los años, como era normal, entró a la escuela secundaria y su primer objetivo fue unirse al club de fútbol, donde al principio fue rechazado una gran cantidad de veces solo por ser omega, pero a medida que seguía insistiendo, finalmente fue aceptado.

En el club de fútbol fue donde tuvo a sus primeros amigos, pues en la primaria era bastante tímido como para haber formado amistades. Yoichi recordaba con mucha claridad los nombres de esos chicos: Bachira, Chigiri, Hiori y Kurona. Eran inseparables a pesar de que ellos eran alfas y betas.

Por supuesto, otro dato importante era que, como todo adolescente, Yoichi experimentó a lo que llamaban el primer amor.

Había un chico llamado Itoshi Rin, un alfa que era el capitán del club de fútbol, quien era un tipo difícil con el cual lidar, era frío y bastante gruñón, pero eso no le importaba a Yoichi, él era el más fuerte en su deporte favorito y lo admiraba por ello, hasta que esa admiración se convirtió en amor. Como cualquier chico omega normal de secundaria, experimentó por primera vez las famosas mariposas en el estómago cada vez que estaba con Rin y un día no dudó en decírselo.

Y para su suerte, fue correspondido. Todo iba bien, había tenido su primer beso con Rin y, en ocasiones, iban a citas en el acuario o el parque de diversiones. Yoichi siempre la pasaba muy bien, a pesar de que Rin no era muy extrovertido para ese tipo de actividades.

Era la relación perfecta, los amigos perfectos, padres perfectos, una vida perfecta hasta que llegó esa tarde. 

Todos los miembros del club de fútbol se habían retirado y el último que quedaba era Yoichi. Ese día, Rin no había asistido a clases porque había cogido un resfriado hace algunos días. Yoichi se encargó de cuidarlo y, al mismo tiempo, de llevarles los apuntes de las clases.

Cuando el omega salió del instituto, las calles de la ciudad ya estaban oscuras, aunque eso no era algo que asustara a Yoichi porque había caminado muchas veces tarde para llegar a casa. 

Sin embargo, esa vez fue diferente, cuando menos se lo había esperado, todo se tornó oscuro.

Nunca supo cómo pasó, no sabía si lo golpearon, si usaron alguna droga o lo que sea, solo sabía que un día despertó en una cama distinta con personas que no conocía.

Desde allí empezó su infierno, cuando la jefa de ese lugar presentó a Yoichi ante el primer cliente. Jugaron con él varias veces todas las noches, no tenía descanso alguno, le enseñaron que solo estaba allí para servir a los alfas y nada más. Ya nadie podía ayudarlo, pero aun así todos los días pensaba en sus padres, en sus amigos, en Rin, en todos.

Antes de dormir, Yoichi solo lloraba recordando los días felices de su vida. Apenas tenía catorce años cuando todo eso ocurrió, era difícil de asimilar que todo se había desvanecido de repente.

Pero todo empeoró a los quince años.

La primera vez que Yoichi comenzó a experimentar síntomas extraños, como náuseas, antojos y fatiga, fue a esa edad.

Todo indicaba una sola cosa, así que en el miserable baño que tenía su pequeña y desastrosa habitación, encontró lo que tanto buscaba: una prueba de embarazo. Era obvio que al ser un lugar lleno de omegas, ese tipo de aparatos estaban presentes en todas las habitaciones, al igual que las pastillas del día después o, en ocasiones, si eran mayores de edad, se sometían a operaciones para evitar los bebés. 

Through the Dark 《 kaisagi • kiis 》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora