Capítulo diez.

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Yoichi suspiró aliviado por haber logrado convencer a Kaiser de parar y, en cuanto el Alfa se fue al baño, se revisó los pechos y se frotó con suavidad en esa zona por lo adoloridos que estaban.

Después, se dirigió hasta el armario que había dicho Kaiser para buscar alguna camisa que pudiera ser cómoda para él. Encontró una simple de color azul entre todas esas prendas que parecían valer un ojo de la cara. Decidió ponérsela, aunque era un poco raro usar una prenda que era el doble de su tamaño, pero no le molestaba, se veía un poco bien.

Una vez listo, salió de la habitación bastante relajado.

Si bien comenzaba a disfrutar los tratos de Kaiser, de todas formas tenía muchas dudas por notar la evidente erección que tuvo hace un rato. Yoichi no era tonto, tenía miedo de ser visto de manera lasciva otra vez, tal y como ese pasado que parecía querer perseguirlo por el resto de su vida.

En consecuencia, no le gustaba recibir miradas lujuriosas, pero quería creer que no fue la intención de Kaiser, que había reaccionado de forma natural por su culpa. Tal vez en ese momento movió mucho las caderas, que la anatomía de Kaiser reaccionó a la naturaleza. Sí, debió ser su culpa, ¿no?

Ahora que todo iba relativamente bien, no quería arruinarlo más de lo que ya estaba. Por eso decidió ignorar lo ocurrido y comenzar a preparar el desayuno para ambos chicos. Como se llevaba bien con Kaiser, también quería llevarse bien con Ness y así estar en paz, no quería más problemas.

Y se esforzaría por lograrlo, por eso estaba en la cocina, para impresionar a los alfas. Si era bueno, estaba seguro de que no iban a lastimarlo.

Decidió preparar como desayuno sopa de miso y arroz, ya que aún no estaba algo familiarizado con la gastronomía alemana. Aún debía aprender recetas de comida alemana y claro que le encantaría hacerlo.

Por último, se dispuso a buscar los ingredientes y el delantal para comenzar a cocinar. Comenzó a cortar algunas verduras hasta que sintió una presencia detrás de él.

—¿Kaiser? Estará todo listo en unos minutos y…

Yoichi no pudo terminar de hablar porque Kaiser lo abrazó justo cuando hacía los cortes, sintiendo la espalda chocar contra el pecho de este. Tal cercanía lo hacía sentir un poco incómodo, ya que Kaiser como siempre, no parecía conocer lo que es el espacio personal.

Sintió un escalofrío por todo su cuerpo cuando la nariz de Kaiser rozó su glándula omega. Tener al Alfa curioseando ese lugar, no ayudaba a que pudiera concentrarse.

—K-kaiser —dijo sudando nervioso—, ¿por qué no llamas a Ness? Creo que aún no ha desayunado.

De repente, Kaiser lo suelta sin ocultar su molestia. —¿Ness? ¿Acaso también estás cocinando para él?

—¡Por supuesto! Me quiero llevar bien con ambos, además no parece un mal chico.

—Sí, claro, no es un mal chico —dijo con sarcasmo—. Iré por él, pero tú la próxima vas a cocinar solo para mí, ¿de acuerdo?

Yoichi le sonrió. —Claro, ahora ve por él.

Kaiser se retiró dejando al omega solo para seguir cocinando. Una vez todo puesto en la olla, debía esperar un par de minutos, así que mientras eso pasaba fue a ordenar todo en la mesa del comedor con el objetivo de impresionar a ambos alfas. Había preparado todo con cuidado y puesto todos sus conocimientos de cocina para hacer algo delicioso. Estaba ansioso por ver si lo había logrado.

Luego de unos minutos, el desayuno estaba listo, así que fue directamente a emplatar la comida en orden, sirviendo una justa porción igual para ambos. A su gusto, todo se veía delicioso y apetecible, por lo que esperaba la misma reacción de los dos alfas. 

Through the Dark 《 kaisagi • kiis 》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora