───TREINTA Y DOS: poder

215 55 31
                                    

─── ✧˖*。゚ ───
CAPÍTULO TREINTA Y DOS
PODER.
─── ✧˖*。゚ ───

LAVENDER SE SENTÍA HORRIBLE POR ESTO

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

LAVENDER SE SENTÍA HORRIBLE POR ESTO. Jesper también. Su padre claramente aceptó estar en esta situación solo porque ambos estaban atrapados. Su padre era una buena persona y amaba a sus hijos más que a nada porque no tenía a nadie más. La idea de perderlos era insoportable para él, y por eso se puso en peligro sin pensar. No es de extrañar de dónde sacó Jesper su comportamiento.

Cuando terminaron de hablar sobre la subasta, expresar sus preocupaciones y comprender cómo funcionaban las subastas en Ketterdam, decidieron descansar unas horas mientras Kaz veía los recovecos de lo que podría salir mal y qué tácticas deberían elegir. Estaba claro que necesitaban equipo más grande para que esto funcionara. Necesitaban hablar con Per Haskell para recuperar su equipo.

―¿Podría ser una posibilidad que Pekka Rollins no recuerde a mi madre?―preguntó Lavender mientras ella y Kaz estaban en el baño mientras ella acababa de curar sus heridas para evitar una infección.―Mi apellido está en el certificado.

―Podría ser. No sabemos si solo tiene interés porque eres mi...―dudó.―Tienes mi apellido. O si le recuerdas a alguien del pasado.

Lavender notó lo disgustado que estaba por la idea de llamarla su esposa. Eso la hizo reír. Cerró el frasco de vidrio con el ungüento, alejándose de él.―Esta es nuestra ventaja. Hablé con Nina, Dijo que había un sastre entre los otros en la embajada de Ravkan. Si pudieran arreglarme el ojo, podría asegurarme de que Pekka vea a alguien que deseo olvidar.

A Kaz le gustaba jugar sucio, especialmente cuando involucraba a Pekka Rollins. Tuvo que ignorar el hecho de que su corazón casi se le salió del pecho cuando ella le dijo esto. Era cierto, Lavender se parecía exactamente a su madre. Si se peinara y usara patrones coloridos, Pekka Rollins no entendería lo que le esperaba.

Kaz había estaba planeando venganza toda su vida. Vivía para ello. Y de cualquier manera, no sabía qué sería de su vida sin su venganza. Ketterdam se construyó sobre puñaladas por la espalda y huesos rotos. Hasta donde él sabía, nunca podría haber suficiente dolor, pero estaba muy cerca de conseguir lo que se había prometido a sí mismo y a Jordie.

¿Y compartir esa venganza con ella? Solo Ghezen sabía lo que realmente significaba la venganza para Kaz. Su corazón se dejaba llevar fácilmente por un poco de violencia.

―El príncipe Kaelish.―dijo Kaz con sencillez.

Lavender frunció el ceño. Recordaba aquel día en el que se dio cuenta de que Pekka Rollins era la misma persona que había estado buscando todo el tiempo. Justo en frente de "el príncipe Kaelish", el establecimiento de Pekka.―¿Qué hay de eso?

―Pekka Rollins... ¿un príncipe?―había un dejo de ironía en su tono.

La confusión se disipó rápidamente con una oleada de disgusto.―Oh, santos... ¡¿Tiene un hijo?!

lavender and velvet ━ kaz brekkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora