Una vida monótona, con padres amorosos e importantes, hermanos elegantes y exitosos, todo pinta bien para la familia Ubayashiki luego de mudarse por motivos de trabajo.
Kagaya Ubayashiki, su padre que trabaja para el gobierno siendo un hombre de la...
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Plan de Escape.
— ¿Cómo lo sabes?
La oscuridad es tan densa que no pueden verse, el único sonido es el de los murmullos de las personas alrededor. Kanata toca el suelo adaptándose a su entorno esperando una respuesta.
— Conozco a tu padre, soy Genya Shinazugawa, combatí a su lado — Mantuvo sus modales, firme como si estuviese frente a un General de alto rango.
— ¿De verdad? — Cuestionó llena de dudas.
— Si.
Ambos guardaron silencio, Kanata consideraba la idea de confiar en él, una persona a la que no conoce a la que no puede verle el rostro, solo reconocer el sonido de su masculina voz grave que le hace imaginar que se trata de un militar grande y musculoso.
— ¿Por qué estoy aquí?
Cuestiona colocándose de pie, ambos quedaron frente a frente a no muchos centímetros de distancia, una sensación de intriga arremete en Kanata anhelando conocer el rostro de la persona frente a ella.
— Hemos sido atrapados por caníbales, ellos planean comernos — Explicó sin rodeos.
— Estamos enumerados, ¿Comen uno por día? — Razonó llevándose la mano al mentón.
— Así es.
— Tenemos que planear una forma de escape, pronto.
Morir allí no está en los planes de Kanata, sobrevivirá y se reencontrara con su familia a como de lugar, no se rendiría hasta saber su paradero no importa si solo consigue a su familia contagiada por el virus, necesita saber que les sucedió.
— Estoy de tu lado, acompáñame, debemos hablar mejor del asunto.
Hace una mueca y juega con su cabello apenada, teme caminar y tropezar haciendo el ridículo frente a Genya, le parece un hombre bastante increíble a pesar de no verlo, al menos quisiera poder impresionarlo.
— Si.
Genya acostumbra a pensar en todo o no pensar en nada, está vez no se cuestionó el como Kanata lo seguiría hasta el telescopio en donde Murata, Shizu y Zenitsu aguardan. Kanata se guía del suave sonido de las botas de Genya hasta tropezar con la esquina de uno de los asientos.
— Auch.
Hay varios escalones en el lugar, pisa con inseguridad teniendo caer al suelo, Genya escucha lo insufrible que es el trayecto para Kanata así que se detiene y la albina choca contra su pecho.
— Lo siento — Se disculpa apenada.
— Toma mi mano.
Ella respira agitada alarmandolo, mueve la mano en diferentes direcciones y busca la mano de Genya hasta hacer contacto con sus dedos, sus manos son pequeñas y suaves comparadas a las grandes y ásperas manos de su contrario que utiliza guantes. Tímidamente Kanata sujeta con firmeza la mano de Genya, se siente más segura y gracias a los movimientos de su brazo puede saber si se acerca otro escalón.
