Una vida monótona, con padres amorosos e importantes, hermanos elegantes y exitosos, todo pinta bien para la familia Ubayashiki luego de mudarse por motivos de trabajo.
Kagaya Ubayashiki, su padre que trabaja para el gobierno siendo un hombre de la...
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Luz de Luna
Genya
El sol se escondía, yo me preparaba para salir e ir al búnker, tenía la certeza de que estaremos seguros, debo investigar sus condiciones para abandonar este departamento lo más rápido posible.
Kanata y Shizu continúan dormidas, así que yo me arreglo, me colocó mi chaleco, el cinturón, guardo mis armas, ato las trenzas de mis botas. Miro por última vez a las dos albinas, me encuentro confundido, me siento extraño. Desde que empecé a pasar tiempo con Kanata, en el instante en que me ayudo a dormir mis defensas han bajado, lo he pensado
tanto que creo que se debe a lo mucho que me recuerda a Kagaya, le estoy dando una enorme confianza de la que podría arrepentirme.
Tiene el mismo espíritu bondadoso de su padre, es leal, atenta, tenía una dulce sonrisa, por primera vez puedo relajarme, todo gracias a ella.
Salgo del edificio junto a Zenitsu y no puedo dejar de pensar en eso, en la comodidad que me hace sentir la Ubayashiki, no hubo pesadillas, solo calma, ver la ciudad en su compañía fue agradable que desearía repetirlo, compartir más momentos de serenidad, su aura es tan pacífica que los peligros se esfuman a su lado y la mente se me nubla. Necesito más de eso.
Es muy inteligente, admiro eso, es valiente; dispuesta a arriesgar su vida por nosotros unos completos desconocidos, Kanata Ubayashiki es una gran líder.
Desde la mañana no pude quitarle la vista de encima, observé sus movimientos, tenía que descubrir sus intenciones verdaderas, saber si realmente es la persona que aparenta ser, pero solo encontré lo mismo, una dulce chica con un gran espíritu.
Observo a Zenitsu, el estaba mi lado muy asustado, temblaba incapaz de sostener la espada con firmeza, traga saliva y mira a los lados nervioso, en mi opinión es un idiota.
Le aplastó la cabeza a un zombie que se arrastraba por el suelo y continúo caminando, mi bota está llena de sangre marcando mi huella en el pavimento; Zenitsu pasa a un lado del cuerpo viendolo con asco, corre para alcanzarme, soy cauteloso con los infectados pero avanzo como si fuese invisible para ellos, no quiero perder tiempo. El búnker está a unas ocho horas de aquí, así que camino rápido, mientras más pronto vuelva mejor.
Tomo una piedra y la arrojó a un auto rompiendo la ventana, el vehículo activa su sirena y los zombies corren hasta ella, Zenitsu y yo avanzamos por la calle ahora despejada.
— Es una linda noche — Comenta Zenitsu en voz baja.
— Si.
Me preguntó si ella esta viendo el mismo cielo, ¿Qué es lo que está haciendo? Me genera curiosidad, es extraño pero no me saco a Kanata de la cabeza, su canto, esa linda canción suena en mi cabeza, la forma en que cargaba a Shizu, parecía ser su madre.
