Cuando Jungkook entró en la tienda de antigüedades con pasos largos y decididos, el suave tintineo de una campana resonó en el aire, dándole la bienvenida. Al oírlo, Romolo emergió de detrás del mostrador, su rostro iluminándose con una sonrisa que revelaba el afilado canino que siempre llamaba la atención.
— ¡Pero si es mi humano favorito!
— Sí, sí, da igual. Estoy aquí buscando información.
Romolo se rio entre dientes, levantando una ceja interrogante mientras se inclinaba hacia delante, con los brazos apoyados en el mostrador.
— ¿Oh? ¿Qué tipo de información quieres?
Jungkook suspiró de forma exagerada, como si estuviera molesto, antes de inclinarse hacia delante y colocar una mano sobre el mostrador, golpeando con los dedos mientras hablaba.
— Necesito un lugar apartado. Un lugar donde los cazadores no esperen que estemos. Me imagino que un hombre lobo como tú conocería algunos sitios.
Romolo ladeó la cabeza pensativo, tarareando como si estuviera contemplando unos cuantos lugares antes de chasquear los dedos en señal de comprensión.
— Hay un lugar que se me ocurre. Pero habría que viajar un poco.
— ¿Y dónde sería? — Preguntó Jungkook, ya con su interés despertado.
Incorporándose del mostrador con un movimiento tranquilo, Romolo se dirigió hacia Jungkook con una seguridad que cortaba la tensión en el ambiente. Rodeó los hombros de Jungkook con un brazo, atrayéndolo hacia sí con una suavidad que, sin embargo, no permitía resistencia. Una sonrisa se asomó en su rostro, y en la penumbra de la tienda, sus colmillos brillaron.
Romolo se inclinó hacia él, acercando su rostro, y le susurró al oído en un tono conspirativo, como si estuviera compartiendo un secreto en un lugar abarrotado, a pesar de que la tienda permanecía completamente vacía.
— Hay una casa cerca, detrás de los edificios abandonados de las antiguas empresas que quebraron por falta de mano de obra. Está en la ciudad, era una casa donde vivíamos con mi padre cuando yo era niño.
Jungkook tarareó pensativo y asintió. Sonaba bastante aislado. Si era una de las viejas casas abandonadas en las industrias abandonadas de la ciudad, sería poco probable que alguien —humanos o cazadores de hombres lobo— tropezara con ella.
— Eso funcionará. ¿Algo más que deba saber antes de ir a explorar el lugar?
La sonrisa de Romolo se agudizó ante sus palabras, y le dio una palmada en la espalda antes de soltarlo. Volvió al mostrador y se sentó de nuevo, inclinándose hacia delante mientras cruzaba los brazos y apoyaba la barbilla sobre ellos.
— De hecho, hay algo más de lo que me gustaría hablar contigo, si me lo permites.
Jungkook ladeó la cabeza y frunció el ceño. No estaba seguro de qué más había que discutir, pero suponía que podía seguirle la corriente de todos modos.
— De acuerdo. ¿De qué se trata?
Se hizo un silencio contemplativo antes de que Romolo tarareara, el sonido de su pie golpeando el suelo de madera llenó el momento.
— ¿Alguna vez has considerado… convertirte?
La pregunta pilló desprevenido a Jungkook. Parpadeó como un búho mirando a Romolo por un momento, antes de inclinar la cabeza y arrugar las cejas. Estaba seguro de haber oído mal.
—... ¿Perdón?
— ¿Has… considerado… convertirte? — Repitió Romolo lentamente, enunciando cada palabra como si le hablara a los niños. Aunque no hacía falta ser un genio para saber que Jungkook realmente lo había escuchado la primera vez, viendo que ahora lo estaba mirando, atónito —. Una transformación. Específicamente, ¿convertirte en hombre lobo?
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LA LUNA DEL CAZADOR 月 KOOKMIN
FanfictionJimin, un hombre lobo que lleva una vida pacífica en un pequeño pueblo, ve su mundo alterado cuando Jungkook, un cazador con una obsesión peculiar por él, llega a su vida. 🌟 Historia que era de pocos capítulos y se hizo larga. 🌟 No acepto copias...