14. Lluvia

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Tyler The Creator, ARE WE STILL FRIENDS?

Estaba desayunando en la cocina del departamento de su padre, bebiendo café con un video de youtube haciendo ruido de fondo.

Eran las diez de la mañana, tenía un poco de frío y sus ojos estaban hinchados por llorar. Los únicos mensajes que había respondido fueron los de Chou, diciendo que se encontraba bien. Ahora estaba tomándose un respiro y pensando qué hacer.

Necesitaba algo diferente, quería un cambio de ambiente. Uno que obviamente se lo daría la universidad, pero... Quería más.

Tomó su celular y marcó el número de su mamá, apoyándose en el respaldo de la silla de madera.

Hola cariño —Sakura bostezó, seguramente la había despertado después de un trabajoso turno nocturno—. ¿Cómo estás?

—Bien, ¿y tú?

Con un poco de sueño.

—Perdón por despertarte —miró sus uñas, raspando el esmalte—. Quería decirte algo que he estado pensando... —En realidad, se le había ocurrido hace cinco minutos—. Ya que vas a tomar turnos completos y seguidos y yo voy a pasar más tiempo en la universidad, creí que sería bueno que pudiera pasar las semanas de clases en el departamento de papá.

Hubo una respiración y un silencio tenso.

Claro, eso sería... mejor para ti, si —no estaba convencida ¿se sentiría traicionada?—. ¿Lo has hablado con tu padre?

—En realidad sí, me llamó y dijo que tenía una habitación con cosas para mí y que podría estar siempre que lo necesitara.

Eso es muy bueno —aprobó—. Cuando vuelvas a la ciudad...

—En realidad ya estoy en camino a casa —se levantó, mintiendo sobre la marcha—. No pasó nada malo, sólo... Ya ves, mis amigos son mucho más problemáticos que yo y necesitaba estar tranquila...

Debiste haberme avisado.

—Entonces, podría pasar al departamento de mi papá a dejar mi maleta y luego ir a casa para traer más cosas.

¿No es muy repentino?

—Me gustaría poder hacer esto rápido.

Está bien, cariño.

Dicho y hecho, su madre la ayudó a empacar cosas importantes. Ropa, cuadernos, libros, su computadora y maquillaje. La llevó en su auto a su departamento, pero una vez el auto estacionado, no quiso entrar.

—¿En realidad estás bien, hija? —Sakura tenía un sexto sentido para estas cosas.

—Mm —tragó saliva—. Estoy enojada con Boruto.

—¿Otra vez? —se volteó a verla, atenta. Ella sabía el impacto que tenía Boruto en la vida de su hija—. ¿Qué pasó?

—A veces es demasiado —se encogió de hombros y evitó el contacto visual, si llegaba a verla a los ojos entonces lo sabría todo y solo podría romper a llorar—. Pero no te preocupes, no es nada serio. Lo importante ahora es la universidad, ahí haré nuevos amigos —le sonrió, pero sus comisuras temblaron—. Gracias por traerme.

—Te quedarás conmigo los fines de semana ¿verdad? —habló con voz atropellada.

—Claro que sí —Sakura se desinfló de alivio—. Nos vemos, mamá.

—Nos vemos.

—Ah, te voy a mandar el número del teléfono del departamento. No voy a estar usando el mío... —volteó los ojos—. Para soltar las redes sociales. —argumentó vagamente. Sakura asintió, sospechando pero haciéndole caso a su hija.

ULTRAVIOLENCE (borusara)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora