iconic ; enzo fernandez

00144 | marido y mujer

omnisciente
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El sol brillaba con una intensidad especial, como si el universo mismo celebrara la unión de dos almas destinadas a estar juntas. El jardín que se veía a través de la ventana estaba decorado con rosas rojas y azules alrededor de la piscina enorme, claro que esos colores fueron elegidos por Martina siendo sus colores favoritos y los de Barcelona, creando un ambiente de ensueño. Los invitados comenzaban a llegar, llenando el aire con risas y murmullos de emoción.

Enzo poniéndose el traje bajo la mirada de sus amigos que están igual de formales que él. Y al otro lado del complejo, Martina con sus amigos en la habitación terminando de peinarse y maquillarse.

–¿Podés dejar de llorar? —Fermín mira a Madison riendo—. Ni siquiera tiene puesto el vestido.

–Si pero es emocionante igual.

Madison lloro todo el día de emoción, ante lo más mínimo ya lagrimeaba, y Martina la contuvo entre abrazos y risas.

Antonela, con lágrimas de orgullo en los ojos, ayuda a su hija a ponerse el vestido blanco, de princesa y con escote profundo mientras se mira al espejo con una mezcla de nervios y felicidad.

–Estás hermosa —Anto le besa suavemente su mejilla.

Martina sonrió sin decir nada por el nudo en la garganta que ante la mínima palabra ya iba a provocar llanto.

Mientras tanto, en el altar, Enzo espera con el corazón latiendo a mil por hora. Vestido con un traje negro impecable, sus ojos brillaban con una mezcla de amor y ansiedad de ya verla mientras se calma hablando con sus amigos.

Martina, todavía en la habitación, sale del cuarto con Antonela y para que Leo la vea, por primera vez, vestida de blanco lo que provoca la sonrisa más grande que hizo alguna vez y los ojos llenos de lágrimas de saber que su niña, ya creció.

–No vale llorar —Antonela abraza a su marido riendo.

–Me van a hacer llorar a mi —Martina los mira riendo.

–Estás hermosa —Leo abraza a su hija.

Ella asiente para no derramar una lágrima, y reservarselas para más tarde.

Antonela los deja solos y va a tomar su lugar en las sillas del salón, con Benja en traje y chupete que duerme sobre los brazos de Celia.

Martina y Leo caminan hasta el salón, que claro que tiene la puerta cerrada y los organizadores esperándolos junto a Olivia en vestido blanco y los tres hermanitos de la novia en traje esperando a su hermana con los brazos abiertos y apenas la tienen cerca la abrazan con una sonrisa.

–Estás re linda —Mateo la abraza sonriendo.

–Te amo —le besa la frente y mira a Olivia que quedó atras—. Hola mi princesa.

La pequeña le sonríe y se acerca a abrazarla lo que provoca lo que no provocaron sus hermanitos, unas lágrimas mientras la mira en su vestidito blanco que se hizo parecido al de ella.

Minutos después, todos en su lugar. Olivia con los anillos y los tres nenes detrás de ella dejando al mayor en el medio y los dos menores a un costado.

–Te amo, sos la mejor de todas y te mereces todo esto.

–Papá, no me hagas llorar ahora —Martina lo mira negando con la cabeza.

–No quiero hacerte llorar, solo quiero que sepas lo orgulloso que estoy de vos...

–Todo lo que soy, es por vos y porque crecí viendo como sos con nosotros y siempre supe que tenía que buscar a alguien como vos.