Sentimientos encontrados (Goku X N18).

un conflicto solucionado.

Después de haber eliminado cruelmente a los androides. Goku se enfrento a sus amigos ,derrotandolos sin esfuerzo alguno.

Con n18 en brazos se marcho del lugar..

Varias horas despues...

La androide yacía profundamente dormida en la cama, mientras goku la observaba en silencio, sentado a su lado. Le acaricia el rostro con delicadeza pues solo ella podia calmarlo y devolverle la cordura. Algo dentro de el empezaba a resquebrajarse aunque su furia aún intenta dominar su juicio. Su estado seguía siendo violento y sus ojos teñidos de rojo reflejaban miedo y odio..

Goku estaba observando a su bella androide descansar, pero de repente se llevó las manos a la cabeza, tratando de contener algo que quería salir de su interior.

Goku: ¡Ahhhh...!

Sus gritos hicieron que la androide se despertara. Al notar el extraño comportamiento de Goku, se mostró confundida y decidió hablarle.

N°18: Goku...

Lo dijo con una voz suave.

Goku, aún sosteniéndose la cabeza, giró para mirarla. La androide le sonrió tiernamente.

N°18: ¿Qué te ocurre?

Se levantó de la cama y se acercó a él, quien seguía tomándose la cabeza.

N°18: ¿Te sientes bien?

Entonces, Goku la miró, revelándole unos ojos rojos que ella ya había visto antes en aquel planeta.

N°18: Cálmate... relájate.

Lo dijo mientras le sujetaba el rostro con delicadeza.

Pero los esfuerzos fueron en vano. Goku se sujetaba la cabeza con más fuerza a cada segundo, mientras su contraparte, Kakarotto, ganaba terreno. Luchaba por no ceder, pero la ira acumulada y la frustración que sentía no hacían más que fortalecer a su oscuro alter ego.

Con una voz débil y temblorosa, Goku apenas pudo dirigirle unas palabras a Número 18.

-Aléjate de mí, Lazuli... -dijo, con una mezcla de angustia y desesperación.

N18 - no lo are goku estoy con tigo.

En ese momento, el mundo alrededor de Goku se sumergió en una oscuridad profunda, donde se encontraba solo, enfrentando a su contraparte malvada, Kakarotto. Este ser oscuro y despiadado se alzaba imponente, llenando el vacío con su presencia abrumadora.

-¿De verdad crees que puedes resistirme? -rugió Kakarotto, su voz llena de desdén-. Todo es inútil. La verdad es que eres débil. La debilidad que te atormenta... esa androide que tanto te preocupa, Número 18. Ella es la causa de todo esto.

-¡A ella no la metas, infeliz! -gritó Goku con furia.

Kakarotto sonreía con arrogancia, sus ojos llenos de una malicia desconocida para el corazón puro de Goku.

-¿Creíste que podrías mantenerme encerrado para siempre? -gruñó Kakarotto, avanzando lentamente hacia él-. Todo ese esfuerzo... toda esa paciencia... ¡y aquí estamos! Al final, no eres más que un guerrero hecho para luchar y destruir y gracias a esa androide que ayudo a mi despertar sientes miedo de perderla, de lastimarla esa debilidad es perfecta para mi porque cada vez que te enfades para defenderla esa ira y odio que sientes por tus enemigo a mi me fortalece más.

Goku respiraba con dificultad, sintiendo el peso de la culpa y el miedo aplastándolo. Recordaba las veces en que había perdido el control, cuando sus acciones habían puesto en peligro a sus amigos y seres queridos. Las imágenes pasaban por su mente: la muerte de Krillin a manos de Freezer, su ira desbordada contra cooler y la sombra de su padre, Bardock, luchando por sobrevivir en un mundo donde la violencia era lo único que conocía.