BROKEN HEART

CAPÍTULO 10:

Tayakorn no le ordenaba a Khem que hiciera nada, simplemente lo dejaba quedarse en la habitación, lo cual, era muy diferente a cuando estaba con Phassakorn, porque con él durante el día era un sirviente que hacía las tareas del hogar y se ocupaba de su comida en la cocina, mientras que por las noches debía ser la persona con quien desahogaba sus emociones como quisiera. Había pasado sirviéndole en la cama a Phasakon durante dos años, en comparación a la vida que llevaba hoy en día, ahora era mucho más feliz y estaba mucho más cómodo. Pero no todo era perfecto, porque al estar con Phassakorn o Tayakorn, no había diferencia en su libertad y continuaba siendo un prisionero que debía permanecer encerrado, esperando eternamente el día en que lo dejaran en libertad.

Aunque Khem no tenía nada que hacer ni ningún deber que cumolir en el condominio, se despertó temprano como era su costumbre. Durante los últimos días siempre había alguien que entregaba comida y agua para él para alimentarsr a diario. La consideración que había nacido con él entró en vigor y sintió que no quería que la otra persona tuviera que tomarse la molestia de esperar a que alguien le llevara comida y agua para comer, además pensaba que tenía demasiado tiempo libre y se aburría constantemente, por lo que, decidió preparar una comida sencilla. Entonces, cuando el dueño de la habitación, Tayakorn, se despertara tendría algo para comer. 

Después de que Tayakorn había permitido que podía usar la cocina, sus subordinados compraron muchas materias primas y productos frescos para que Khem los utilizara en la cocina.

Khem tenía la intención de cocinar arroz y verduras salteadas esta mañana, pero cuando salió de la habitación vio que Tayakorn había saqueado sus propias pertenencias y había destruido todo anoche dejando todo esparcido por el suelo, entonces, no podía quedarse en silencio y dejar simplemente pasar todo ello. Siendo así decidió ordenar todas las cosas y libros, para diapoberlos en los estantes correspondientes. Luego recogió la escoba y comenzó a recoger todos los vidrios rotos que estaban espacidos y hecho añicos en el suelo. Hasta que estuvo seguro de que no quedaban más fragmentos de vidrio peligrosos en el suelo, volvió a la cocina.

Desde que había dado a luz y luego cuando vino a vivir con Tayakorn, solo se había queda quieto todo el tiempo. En todo ese tiempo no había hecho nada excepto sentarse y acostarse en la cama. Tan pronto como pudo comenzar a hacer algo, se sentía renovado y no marchito como antes. Ahora ya no se sentía estancado como antes, por lo que estaba completamente emocionado, tanto así que sin darse cuenta había limpiado la cocina hasta la sala de estar.

De repente, se escuchó un grito de dolor que sonaba como una lucha, la voz de Tayakorn se escuchaba  afuera de la habitación. Aunque Tayakorn podía dejar que Khem muriera lentamente a sangre fría, Khem no podía hacer eso mismo con él, inmediatamente dejó caer la escoba que sostenía y se apresuró a comprobar el estado de la otra persona.

Este es el tipo de persona Khem, muy distinta al dueño de la habitación.

"Khun Korn"

Khem llamó a Tayakorn que dormía profundamente, pero que gritaba como si tuviera un fuerte dolor. Su hermoso rostro parecía torturado y su frente estaba toda cubierta por gotas de sudor frío.

Cuando Tayakorn se despertó, lentamente comenzó a abrir sus pesados y aturdidos párpados. Khem al verlo despertar se quedó inmóvil, luego le dijo a la otra persona con voz nerviosa: "No... te sientes bien".

"Medicina, por favor dame la medicina que está en el cajón".

El dolor de estómago de Tayakorn había vuelto a empezar. Por lo que, Khem apresuradamente fue a buscar las medicinas en el cajón que Tayakorn había indicado. Pero resultó que en ese cajón había demasiadas medicinas allí y no sabía qué medicinas eran las que la otra persona quería.