CAPÍTULO 4:

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Yothin todavía estaba preocupado por Khem y no confiaba completamente en Thayakorn, por lo que insistió en pedir tratar él mismo a Khem hasta que estuviera realmente bien, después de que confirmara de que estaba bien recién dejaría que Khem se fuera a vivir con Thayakorn.

Yothin sabía que lo que lo que estaba haciendo estaba mal, aunque había ayudado a salvar la vida de Khem tambien estaba aceptando a atudar a un criminal, tapando cada uno de sus errores. Debido a sus prejuicios personales, se sentía aún más culpable hacia Khem, pero creía que si al menos Khem iba a vivir con Tayakorn cuando su cuerpo volviera a la normalidad y estuviera fuerte, eso era mejor que dejarlo ir así para que en cualquier momento muriera. Porque cuando Khem estuviera fuerte todavía podría protegerse, pero si tenía que irse a vivir con Tayakorn en el estado en que se encontraba ahora, su Tayakorn cambiaba de opinión y quería matar a Khem nuevamente, lo podría hacer fácilmente.

"Doctor..."

Cuando escuché la llamada, Yothin salió de su trance y se apresuró a ver al hombrecito que acababa de recuperar el conocimiento después de caer inconsciente por demsaiado tiempo. 

"¿Cómo te sientes? Estás mareado o con ganas de vomitar..."

Khem, que todavía tenía el rostro pálido y descolorido, se estaba apoyando en el respaldo de la cama, sacudiendo la cabeza y moviendo sus resecos labios para hablar lentamente.

"Quiero beber agua."

“Espera un momento, lo traeré para ti."

Yothin terminó de hablar y se apresuró a tomar un vaso de agua a temperatura ambiente antes de entregárselo a Khem.

“Gracias”. Después de beber agua para saciar su sed, le devolvió el vaso al extraño y le hizo una pregunta. “Tú fuiste quien me salvó la vida, ¿verdad?”

"Sí"

Yothin no pudo responder completamente. A pesar de que salvó la vida de Khem, al final, Khem aún no escapaba del peligro porque después de que se recuperara debía irse a vivir con Tayakorn.

"Si por ayudarme te causé problemas, te pido disculpas”.

Khem vio que el rostro de la otra persona era era hermoso y limpio, pero parecía muy preocupado cuando el le preguntó, por lo que podía suponer que probablemente él no era parte de todo lo sucedido. Por lo tanto, Khem no quería hacerlo sentir culpable.

Yothin escuchó lo que dijo Khem y la culpa que sentía en su corazón aumentó, así que decidió decír la verdad a Khem directamente.

“Yo soy quien te salvó la vida. Pero solo podré  tratarte hasta que estés bien, porque después de ello tendré que enviarte a vivir con mi futuro cuñado, el médico que te atendió en la sala de partos”.

Tan pronto como escuchó aquello, todo el cuerpo de Khem estaba temblando, por lo que, se sujetó fuertemente de las sábanas y su pálido rostro de inmediato mostró una expresión de mucho miedo. 

“¿Cuánto tiempo tendré que quedarme con él?”

Las palabras de Khem sorprendieron a Yothin. Una persona normal que se acababa de enterar que tendría que vivir con el hombre que intentó  matarlo brutalmente a sangre fría, al escuchar aquello intentaría de huir rápidamente de allí, pero en cambio estaba preguntando cuanto tiempo debía quedarse con él. ¿Qué clase de persona era este hombre?

“Aunque lo sabes todo. ¿Por qué no estás pensando en huir?"

Cuando Yothin preguntó Khem respondió honestamente con voz triste, era como alguien que tristemente se entregaba a su destibo. 

BROKEN HEARTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora