CAPÍTULO 34:

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Tayakon había perdido a su madre el día en que habia dado a luz a su hermana menor y es por ello que siempre tuvo la intención de convertirse en ginecólogo, porque tenía miedo de que el día que Nisha al dar a luz a su hijo se encontrará con los mismos acontecimientos que su madre. Durante muchos años, siempre había pensado que algún día él podría traer al mundo a sus propios sobrinos, pero de ello ya no había ninhuna posibilidad porque Nisha ya había dejado este mundo. Pero, jamás en su vida imaginó que hoy traería al mundo a su propio hijo.

Entonces, cuando llegó el día del parto, él llevó a Kjem a dormir para que pasara la noche en el hospital antes del procedimiento de su cesárea al día siguiente.

Durante toda la noche Tayakorn sólo pudo sentarse y tomar la mano de su esposa dormida, manteniéndose firme al lado de su cama. A pesar de que el hombrecito se había quedado dormido tranquilamente durante, pero él todavía no sentía sueño en lo más mínimo y sus ojos agudos solo podían mirar a la persona que dormía profundamente. Quería ser amable y protegerlo, tomó su mano libre y lo acaríció suavemente a lo largo del hermoso marco de su rostro.

“No te asustes. No te haré daño, lo prometo”. Dijo en voz alta, esto hizo que los ojos de Khem se abrieran y allí pudo ver que Tayakorn todavía permanecía sentado en el mismo lugar que cuando él se durmió, por lo que preguntó con preocupación.

"¿Aún no te has dormido?"

"No tengo sueño todavía. Supongo que estoy emocionado por conocer a mi hijo”.

"Mañana por la mañana tienes que hacerme una cesárea, si no duermes no podré descansar". Khem, que estaba temblando, se acercó al lado de la cama y luego golpeó con su mano el espacio vacío junto a él, "Ven, vamos a acostarnos juntos".

Tayakorn vio esto y se levantó de su silla para acostarse a dormir en la misma cama que Khem para luego abrazarlo como cada noche. En el pasado era él quien siempre daba órdenes a las enfermeras para que no permitieran que otras personas durmieran en la cama con los pacientes porque nuunca pensó que llegaría el día en que él mismo rompería esa regla.

Cuando Khem se acomodó para dormir, cerró los ojos y se quedó dormido, por lo que Tayakorn igualmente se quedó dormido. Pronto los dos entraron en profundo sueño juntos.

A la mañana siguiente, las enfermeras y asistentes hicieron todos los preparativos en la sala de partos, antes de que el director del hospital tomara la iniciativa de comenzar a ordenas a todos como loco. 

Khem fue dejado en la sala de operaciones y luego comenzaron a inyectar el suero anestésico en la columna y, mientras esperaba que el medicamento hiciera efecto, el anestesista le dio palabras de aliento a Khem.

“Su marido es el mejor médico de partos del hospital, no tienes que tener miedo porque dentro de unos minutos, tu hijo saldrá a vuestro encuentro”.

Khem sonrió ante las palabras de la otra persona antes de asentir en respuesta.

"Sí"

Después de un tiempo, cuando el medicamento había hecho efecto por completo, el cirujano se preparó para tomar un bisturí y realizar una cesárea.

Debido a que Khem ya había dado a luz una vez, ahora apenas podía sentir nada, por lo que trató de mirar la cortina que era la partición pero no veía a Tayakorn y solo veía su torso.

"Khun Korn"m

Cuando escuché a Khem llamarlo, Tayakorn preguntó apresuradamente.

"¿Te duele?"

“No, sólo quiero hablarte para darte animos." 

"Uhm"

Cuando recibió aliento, Tayakorn sonrió y la tensión en él se alivió mucho. Después de eso, comenzó a realizar la cirugía comenzando con los pasos más importantes.

BROKEN HEARTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora