Desde el primer día que había llegado a vivir junto a Tayakorn hasta ahora, ya habían pasado cinco meses. Cada mañana y cada tarde ambos se sentaban a comer en la misma mesa y luego hacían sus deberes para luego acostarse. Tayakorn cada día le enseñaba a leer, los sábados y domingos, cuando Tayakorn no iba a trabajar, los dos usaban el tiempo libre para ver películas y hacer actividades en conjunto, muy diferente que al comienzo.
Tayakorn ahora intentaba complacerlo en todo y Khem casi no tenía que hacer nada porque las tareas del hogar que antes tenía que hacer, ahora eran hechas por una empresa de limpieza que Thayakorn había contratado para ayudar a aligerar sus días, por lo tanto, solo debía preocuparse de preparar las comidas y nada mas, aún así, habían días que Tayakorn pedía comida a restaurantes de lujo.
Khem intentaba acostumbrarse a este nuevo entorno, aunque al principio le resultaba difícil, pero después de un tiempo comenzó a acostumbrarse y poco a poco comenzó a oensar duferente, pensando que vivir así no era tan malo.
Ahora estaba entrando la temporada de lluvias y después que la lluvia dejaba de caer, aparecía el sol, la humedad y gotas de agua desaparecían gradualmente. El aire se volvía frío y helado, esto le recordaba a la época en la que vivía con su abuela en la casa que él había nacido, la casa en la que vivía era pequeña construida con madera vieja y techo de zinc, por lo que, cada vez que llovía, cuando él dormía escuchaba el sonido de la lluvia golpeando el techo, pero la parte que más le gustaba probablemente era el olor a tierra húmeda que se llegaba con el viento, que al inhalarlo lo hacía sentir relajado. De hecho, si algún día trabajaba duro, se compraría una casa para poder dormir así.
Khem estaba en el balcón, sus ojos solo podían mirar que estaba rodeado de altos edificios más el tráfico en la carretera que ahora estaba cubierto por una cortina de lluvia.
Por un momento, cerró los ojos y se volvió hacia el viento que soplaba. Cuando escuchó el sonido de un código presionado en la puerta, Khem abrió los ojos y regresó al interior para darle la bienvenida a Tayakorn que acababa de regresar.
“Por la tarde salí a hablar de negocios y cerca había un famoso restaurante chino, así que pasé a comprar algo de comida. He traído mucjas cosas para que no hagas nada, además puedes calentarlo para comerlo mañana por la mañana”.
"Está bien"
Khem no tuvo ninguna objeción. Cuando escuchó a Tayakorn hablar se dirigió inmediatamente hacia la cocina para guardar la comida que acababa de preparar en una caja y guardarla en el refrigerador antes de salir con platos y tazas nuevas para poner la comida que había comprado Tayakorn.
"Prueba esto, es delicioso".
Desde que comenzaron a comer, Tayakorn usaba lso palillos para recoger comida y colocarla en el plato de Khem, hasta que apenas podía llevarse nada a la boca.
"Gracias"
Khem no era simplemente quien esperaba a recibir lo que le daba Tayakorn. Siempre tratabq de devolverle los favores, por lo que usaba sus propios palillos para recoger verduras y comida al vapor para ponerlas en su plato.
“Tú también debes comer, no me lo des todo a mí."
"Uhm"
Tayakorn sonreía y aceptaba todo de muy buena gana, al mismo tiempo se quedaba mirando el hermoso rostro de Khem con jna mirada dulce sin ocultar los sentimientos que tenía por él. Esto hacía que Khem rápidamente desviara la mirada y huyera, porque no quería enfrentar esas miradas de Tayakorn.
“No me mires sólo a mí. Si no tienes prisa rn comer, todo se enfriará y lo comerás frío."
“Cuando te miró así fijamente, puedo ver lo hermoso que realmente eres”.
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BROKEN HEART
De Todo"Mi trabajo era solo que dieras a luz al bebé. No es mi deber ayudar a la madre, no debo ayudarte a ti. En cuanto a ti, solo tenías el deber de dar a luz a este niño porque después de que naciera el niño, no hay necesidad de que sigas viviendo".