BROKEN HEART

CAPÍTULO 40:

Phassakorn cada vez más lentamente comenzó a respirar, sus heridas eran demasiado para resistir el dolor, ese dolor era como un fuerte veneno que poco a poco le quitaba su aliento. Phassakorn estaba completamente incapacitado, ya no podía moverse ni hablar, hasta que por última vez dio un ligero respiro. 

Finalmente cuando Phassakorn murió, Tayakorn ya no estaba preocupados porque alguien fuera a dañar a su esposa e hijo.

Desde ese momento, Tayakon tenía la intención de hacer que su vida valiera realmente la pena, a partir de ahora él quería ser el más feliz de todos. Pero lamentablemente, las cosas no saldrían como él quería.

Al parecer, el Karma vendía por él, porque repentinamente su condición comenzó a empeorar cada vez más y mucho más rápido de lo esperado. Hasta que un día mientras trabajaba, el fuerte dolor que comenzó a sentir en el abdomen fue como ataque que lo llevó a perder el conocimiento.

Cuando Tayakorn revivió y despertó, se encontró con Khem y a su hijo sentados no muy lejos de la cama.

"Khem."

“Khun Kor…”

Khem, cuando vio que Tayakorn se había recuperado, lloró tan fuerte que el pequeño sentado en su regazo también comenzó a llorar, por lo que de inmediato en el interior de la habitación comenzaron a resonar los sollozos de la madre y el niño. El padre al ver eso, se levantó apresuradamente para correr hasta ellos y los abrazó. Luego habló con una voz cálida y suave.

“A Padre no le ha pasado nada en absoluto. ¿Por qué están llorando los dos?"

Al escuchar esto, Khem lloró aún más fuerte que antes. El subordinado de Tayakorn que estaba junto a él se apresuró a llevar a Khemthat a jugar con juguetes en la otra habitación para que su jefe y esposa pudieran hablar a solas.

“¿Cómo puedes decir que estás bien? Tu condición ha empeorado tanto, ¿por qué no me has dicho ni una sola una palabra?"

Hoy, mientras Khem hacía las tareas del hogar, había recibido una llamada telefónica de un amigo cercano de Tayakorn. Phon le había dicho que hoy Tayakorn se había desmayado repentinamente mientras trabajaba. Al escuchar aquello, agarró a su hijo y se dio prisa para correr al hospital, estando allí, el doctor le dijo que el paciente había presentado extremo dolor, fiebre alta y se había desmayado porque su condición actual era mucho peor que antes.

"No quería que tuvieras que preocuparte".

Después de escuchar esta frase Khem respondió de inmediato.

"¿No prometiste contarme todo? Entonces, ¿por qué no pensaste en contarme sobre un asunto tan importante? Si Phi Phon no me llama hoy, probablemente nunca me hubiera enterado que hace cuatro meses te detectaron un nuevo tumor. ¿Por qué no me lo dijiste? Sabes que eres todo lo que me queda, ¿Por qué me dejaste escuchar esto de la boca de otra persona?"

"Si te lo decía actuarias así y no serías feliz. Yo solo quiero verte feliz, no verte llorando o estar triste. Ahora que se me acaba el tiempo, lo que más quiero ver es tu sonrisa. De hecho, quiero irme de este mundo viendo tu sonrisa”.

Tayakorn abrazó y consoló fuertemente al hombrecito antes de separarse lentamente para secarle las lágrimas en su rostro.

“Intenta sonreír para mí. Quiero ver tu sonrisa."

Khem no pudo evitar sonreír. Todo esto había sucedido demasiado repentino para que él pudiera soportarlo y aunque Tayakorn lo había ayudado a secar las lágrimas en su rostro, muchas lágrimas más comenzaron a fluir desde sus ojos sin detenerse. 

"Khun Korn"

El hombrecito abrió la boca y le habló a su esposo con voz temblorosa.

"Uhmm."