Ahora mismo se sentía como una bolsa de patatas,sobre un hombro y siendo mecida como eso,un saco de patatas,sin ningún cuidado y encima apunto de vomitar. Porque si,como no tocase el piso de una vez estaba segura que su ternera a la brasa acabaría en en la espalda de su secuestrador,osea su héroe.—¿¡Que haces!?— tuvo que tapar su boca con sus dos manos intentando aguantar la bilis —Debo regresar ya mismo,tengo que estudiar— su exigencia más añoraba su escritorio que estar en ese aburrido sitio,porque si, era demasiado aburrido,pero mínimamente no era mecida como saco de patatas.
—¿Estudiar?— su burla no hizo esperar,daba igual la altura,se escuchó con claridad por todo el cielo —¿Que hiciste con Chloe?— murmuró con cierta burla,aunque la lástima también se notaba.
—Genio,déjame debo regresar—
En medio de sus saltos por los techos de Londres escucho con atención sus palabras,quizás así lo valoraba de verdad —Como mandé MiLady— y entonces aflojó un poco su brazo,claro que ella estaba demasiado metida en su berrinche como para siquiera darse cuenta.
—¡Suéltame!— exigió dando pequeños golpes a la espalda de aquel enmascarado,claro que entonces se vio en la necesidad de sujetarse a él,todo porque sintió como sus caderas se empezaban a deslizar y no precisamente para ya tocar el suelo,sino que su cuerpo se deslizaba a un vacío que a mera vista suponía que rozaba los cuarenta metros —¡Espera no!—
—¿Te suelto o no?— hablo en tono burlón notándose esos ápices irónicos —¿Te vas a quedar conmigo a seguir hablando?¿O te suelto?— lo último lo dijo como lo más evidente notándose más cuando su brazos en cierto punto ya no la sujetaba solo lo suficiente para que en serio no se resbalase del todo.
—¿¡Me estás chantajeando!?— en medio de su desesperación y sentir que el peso de su cuerpo ahora mismo dependía de la mano de Chat Noir,osea un guante y cinco dedos,como se entenderá estaba por darle algo.
Si pena alguna relajo sus brazos para luego asentir un poco —Se está intentando,pero ya me duelen las garras,a la de una,a la de dos...— y como dijo,sus garras empezaron a soltar su blusa,una,dos,y de pronto ya iba a soltarla.
—¡Está bien!— su grito o más bien su chillido de miedo acompañado de sus manos clavadas a la espalda de él raaguñandolo y pegándose a él como gata dejaba más que claro que en serio aceptaba.
—Sabia que tomarías la decisión correcta— decía a medida que la reacomodaba en su espalda,la dejo sentarse en su espalda todo para sujetarla a fondo de las piernas,lo que le faltaba,que en serio se le escurra. Quizás,tras ese momento de risa por fin pudo tomarse esta "cita" de manera más relajada,la agarro de los muslos y siguió su trayecto de una manera más lenta y suave,porque si,sabía que podría terminar con una buena vomitona en su traje,pero valía la pena —Abre los ojos,no te pasará nada—
Ella quien seguia aferrada a su cuello apenas y quiso abrir los ojos,solo seguía escondida en su cuello olfateando aquel dulce aroma,aroma tan familiar que la hacía de alguna manera tensarse y relajarse al mismo tiempo —Estamos a más de mil metros de altura,como quieres que me relaje—
—Yo te protegeré— y entonces el corazón de ambos parecía volverse en la misma sincronia —Sin importar nada o nadie,yo te cuidare—
Y de golpe ella se hundió,su mente se hundió.
[...]
—¿Es buena idea Adrien?—
—¡Claro que sí!— el pequeño apenas regreso a verla inflo una de sus mejillas mostrando el descontento por la forma tan miedosa de ella,que desconfiada —Lei en un cuento que matando al dragón lograré tener la mano de la princesa—
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¡Date cuenta! ||En Edición||
Historia CortaEl rubio no sabía como hacer que los demás se dieran cuenta,no era muy inocente ni ciego,¡la estaba rechazando!