ɴᴏ ᴘᴜᴇᴅᴏ ᴄᴇʀʀᴀʀ ꜱᴇꜱɪÓɴ

Capítulo 14

—...—

Con los ojos cerrados, reflexioné sobre la identidad de la persona cuya mano agarraba mi garganta.

...Por mucho que lo pensé, había demasiados candidatos.

Primero estaban Ludwig, Matías, que se escapó de la prisión, Épsilon, César, que podía estrangularme sin dudarlo; luego estaba Pablo Viscount, o Ian. O tal vez podría ser un asesino.

Me enorgullecía de evitar hacer enemigos en el mundo exterior, pero de alguna manera, las cosas habían empeorado aquí.

Como abrir los ojos podría provocar la destrucción de pruebas, continué fingiendo estar inconsciente.

Afortunadamente, la mano que rodeaba mi cuello no se había movido durante mucho tiempo.

Gracias a eso, pude contemplar cómodamente su identidad.

En primer lugar, la mano era bastante grande, lo suficiente como para cubrir todo mi cuello. Había una gran probabilidad de que perteneciera a un hombre. Entre los hombres, era bastante robusta. Los dedos parecían más largos que la palma, lo que indicaba un tipo acostumbrado a sostener una espada durante mucho tiempo, dadas las callosidades en las articulaciones.

Además, la temperatura corporal era sorprendentemente baja. Incluso teniendo en cuenta que el cuello podría sentirse relativamente fresco debido a la temperatura corporal más alta, era mucho más baja en comparación con otros.

Como Matías y Épsilon tenían temperaturas corporales más altas que yo, la lista de candidatos se redujo rápidamente.

No parecía que un asesino intentara matarme, ya que me habrían roto el cuello mucho antes si ese fuera el caso.

Eso dejó a Ludwig, Pablo, César e Ian.

Bueno, excluyamos a Pablo Vizconde de la lista; él ya me habría matado en el acto.

Ludwig, César, Ian.

Entre ellos, Ludwig parecía el más probable.

Ian era de una altura similar a la mía y sus manos no eran tan grandes. César, aunque un poco rudo, no era del tipo que me mataría sin siquiera tener una conversación.

Entonces, debe ser Ludwig... ¿Pero cómo tiene sentido que la persona que me salvó antes intente matarme ahora?

Parecía absurdo, pero bien podría ser así. En este juego, yo era la única persona normal. Sobre todo si se trataba de Ludwig, que era conocido por ser impredecible. Llegué a la conclusión de que la persona que me agarraba la garganta era Ludwig.

Por supuesto, incluso si llegaba a una conclusión, no había nada que pudiera hacer.

—Uf...—

Solo podía seguir fingiendo ser linda tanto como fuera posible. Afortunadamente, pareció que mi actuación funcionó, ya que la presión alrededor de mi cuello se aflojó un poco.