Capítulo IV

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Narra Alexis

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Narra Alexis

- Bueno - habla mí hermana dejando su té en la mesa - Hoy vamos a ir a la noche a la madriguera dónde supuestamente debe estar el portal. Ahora hay muchas personas cerca del bosque y lo último que necesitamos es llamar la atención -

- Mientras tanto qué vamos a hacer - cuestiona Fanny con las manos en su cintura

- Ustedes se quedan acá, nosotros - digo apuntandome a mí y a Alai - vamos a ir al pueblo para comprar la comida que hace falta -

- ¿Por qué solo ustedes? Yo también quiero salir - reclama Axel sentado arriba de un mueble recibiendo un golpe por parte de el más alto - Todos queremos salir - se corrige

- Van a llamar demasiado la atención - dice Alai pasandose las manos por la cara

- ¿Por qué? - cuestiona Mateo

- Tú tienes un sombrero nada común acá - le digo señalandolo - Ella tiene pelo de dos colores sin mencionar su vestido - digo parandome al lado de Fanny - Él tiene una sonrisa que no se borra por nada - señalo al que está sentado en el mueble

- Y su vestimenta no es de acá - dice mí hermana en general

- Podemos cambiarnos - dice Pool emocionado

- Son demasiados para ir todos juntos - aclaro un poco cansado

- Salimos primero una mitad - empieza Tatiana

- Y después sale la otra mitad - termina Martina

- Sería raro que salgamos dos veces a comprar comida - menciona Alai

- Entonces vamos la mitad y la otra mitad se queda - dice Bruno también ya cansado pero con una sonrisa pícara

- Los tres más chicos se quedan - digo viéndolos juntos

- ¡¿Por qué?! - exclaman ofendidos

- Porque son más escurridizos - dice Alai viendo mí punto

[...]

Terminamos saliendo Axel, Mateo, Bruno, Alai y yo, los demás quedaron cuidando la casa. Aunque eso no me deja muy tranquilo que digamos.

- Es verdad todos los sombreros son iguales - habla Teo comprobando lo que dijimos anoche

- Te iría muy mal vendiendo sombreros en este mundo - habla Axel observando los barcos que llegaban a la costa

- A las personas no le gusta mucho lo distinto acá - dice Alai viendo unas frutas - Por eso nuestra mamá era vista de loca, por ser diferente -

- Todos estamos locos de una manera o otra - dice Teo poniendo una mano en el hombro de mí hermana con una sonrisa tranquilizadora mientras Bruno viene a abrazarme

- No es estar loco, es vivir en una realidad distinta al otro - explica su punto el hijo del gato sonriente

- Y sino cómo se soporta la realidad - digo viendo a todas las personas, sin una verdadera sonrisa

Alai y el país de las maravillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora