Alicia siguió viajando por el mundo en su barco, con su imaginación intacta y con dos acompañantes, su hija, Alai y su hijo adoptivo Alexis
¿Qué puede pasar si la locura se hereda?
¿Qué puede pasar si llegas a otro mundo?
¿Qué puede pasar con los de...
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Narra Caleb
- ¿No hay un río por acá? Me estoy desidratando - se queja Peter ya cuando bajamos la montaña
- Que yo sepa no, pero estamos muy cerca solo hay que pasar un sendero - trato de motivarlo a seguir
- Dame cinco minutos nomás - pide a la vez que se tira en el piso cansado
- Esta bien - suspiro para luego sentarme a su lado
- Viste que también estabas cansado - replica y yo lo miro mal
- Papá, él es Caleb, es... un amigo - escucho la voz de Peter pero él no mueve su boca
- ¿Más recuerdos? - pregunto sin entender nada
- Pero eso nunca pasó - se acerca para ver la escena y sin duda es algo que nunca pasó - Creo que me está afectando la falta de agua -
- No es eso - digo pasando una mano por mí cara y la escena desapareció
- No tengas miedo, voy a estar siempre para ayudarte en tus deberes de Rey - aparece otra versión del hijo del conejo blanco apoyándome el día de la coronación
- Siempre vamos a estar para ayudarte - mí hermana también está ahí apoyándome
- Son sueños - murmura Peter y yo lo miro con extrañes, creo que si nos está afectando la falta de agua
- ¡Este es mí cuarto! Desde acá puedo ver todo el país de las maravillas - otra version mía le muestra el castillo al hijo del conejo blanco totalmente emocionado
- Es una hermosa vista - dice el último mencionado observando a las afueras de mí ventana
- Si, sin duda - murmura el otro yo y no exactamente viendo el país de las maravillas
- Y pensar que pudimos haber vivido todo eso - susurro observando de reojo a mí compañero
- No vale la pena fijarnos en lo que pudo ser, es mejor fijarnos en el futuro - exclama comenzando a caminar de nuevo
- Ahora recuperaste energía - voy a su lado con una media sonrisa
- Te dije que solo necesitaba cinco minutos - rebate de brazos cruzados
- Ya falta poco - me adelanto en la caminata queriendo evitar las escenas que se aparecen en nuestro alrededor
[...]
- ¿Son todas cartas? - pregunta Peter observando el pueblo al que llegamos
- Son las cartas negras - murmuro buscando a mí padre
- Ellos nos pueden ayudar - observa todo maravillado como si nunca hubiera visto una carta
- Ay no me digas, ¿Recién se te ocurrió esa idea? - le digo con sarcasmo ganando una mala mirada de su parte - No te vayas muy lejos, voy a buscar a mí padre -
