Alicia siguió viajando por el mundo en su barco, con su imaginación intacta y con dos acompañantes, su hija, Alai y su hijo adoptivo Alexis
¿Qué puede pasar si la locura se hereda?
¿Qué puede pasar si llegas a otro mundo?
¿Qué puede pasar con los de...
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Narra Bruno
Falta una semana para que sea Halloween y con las gemelas tenemos la tradición de asustar a todos. Nos gusta ponernos disfraces para saltar y ver sus caras de miedo o ver cómo se desesperan cuando escondemos algo que es importante para ellos.
- Lo bueno de ir al otro mundo es que podemos tener más disfraces - murmura Martina mostrando una máscara blanca que decoró con sangre y heridas falsas, de verdad daba miedo
- Miren, soy un novia fantasma - Tati está tapada con una tela blanca, tiene un velo en su cabeza y un ramo de flores rojas en las manos
- Oigan, allá están Becca y Alexis - señalo a los mencionados que estaban manteniendo una conversación mientras supongo se dirigían al castillo de la primera
- Voy yo - habla Tatiana subiendo a un árbol para comenzar a caminar entre ellos y adelantarse a nuestras víctimas mientras con su hermana caminamos lentamente viéndola
Cuando están por pasar al lado del árbol donde se encontraba la gemela esta salta quedando arriba del hijo de Alicia causando el grito más alto que escuché alguna vez.
- ¡Feliz Halloween! - decimos los tres al unísono viendo las miradas estupefactas de Alex y Becca
- ¡Casi me dan un paro al corazón! - dice esta última golpeando la parte de su pecho donde se encuentra dicho órgano
- Y eso que me atacó a mí - comenta su compañero chocando los cinco conmigo teniendo una sonrisa orgullosa - ¿Siempre hacen esto? -
- Si, es una tradición nuestra - contesto abrazando a las gemelas como si fuéramos unos angelitos
- Si quieren ayuda, cuenten conmigo - nos apoya la hija de la Reina Roja con una sonrisa traviesa en sus labios
- Yo también me sumo - le sigue Alexis señalándose a si mismo
[...]
- Yo voy diciendo que no me hago cargo de ningún paro cardíaco - advierte la reina del país de las maravillas mientras vigilamos por la ventana el taller de sombreros de Mateo que ahora lo comparte con Alma quien hace pociones ahí
Nos adelantamos a la hora que normalmente van para quitarles todos los materiales que utilizan, agujas, hilos, recetas, mezcladores, todo lo que pudimos encontrar y lo dejamos en una bolsa que Tatiana tiene en sus manos.
- Ya están llegando - nos indica Martina para esconderse con nosotros y ver la reacción de nuestros amigos
- No puedo esperar para utilizar mí nueva planta - entra emocionada la hija de la Reina Blanca para ir a su parte del taller - Que raro, no recuerdo haber dejado en otro lugar mis frascos - comienza a buscarlos algo desorientada
- No encuentro mis moldes - habla Teo comenzando a desesperarse - No están, no están, no están, no están - repite causando un mayor desorden
- ¡Dónde quedaron mis cosas! - exclama exaltada Alma sin tener esa voz tan serena de ella
