Alicia siguió viajando por el mundo en su barco, con su imaginación intacta y con dos acompañantes, su hija, Alai y su hijo adoptivo Alexis
¿Qué puede pasar si la locura se hereda?
¿Qué puede pasar si llegas a otro mundo?
¿Qué puede pasar con los de...
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Narra Caleb
Luego de que mí espada caiga aparece una persona en frente mío, por instinto saco mí daga apuntando a su cuello.
En un pestañeo tengo en frente mío a Peter. Con su tipico traje blanco, su típico peinado de siempre y su típica sonrisa tramposa.
Flashback
Desde chico veía a un conejo blanco cerca del castillo, cuando iba a mí ventana todas las tardes estaba afuera. Nunca entendí que hacía por ahí, saltando de acá para allá y de reversa.
Hoy ya pasan dos meses desde que mí mamá me inscribió en clases de espadas, según ella para poder protegerme y ser un buen rey. El entrenamiento de hoy fue agotador entonces doy un paseo a los alrededores del castillo.
Llego al lugar donde siempre veo al conejo blanco y me quedo más tiempo de lo normal observando al rededor, esperando encontrarlo.
En eso escucho los pasos de una persona atrás mío, hasta que cuando sé que está cerca me doy vuelta apuntando con mí espada su cuello.
- Tranquilo, tranquilo. No te voy a hacer daño, solo estoy dando un paseo - levanta las manos la persona desconocida frente a mí
Con ese traje blanco y el reloj se parece a el Conejo Blanco del que me hablaba mamá. ¿No será incómodo el traje?
- Soy Peter - con eso bajo la espada aún con desconfianza - ¿Vos sos? - pregunta curioso estirando su mano en forma de saludo
- Caleb, Caleb Hearts - estrecho su mano con un poco más de fuerza de lo normal
- ¿Hijo de la Reina Roja? - pregunta queriendo terminar el saludo
- El mismo, ¿A tus papás los conozco? - cuestiono para saber si lo puedo conectar de algún lado
- No lo creo, tal vez a mí papá lo conozcas como el Conejo Blanco - acto seguido se transforma en dicho animal y vuelve a ser una persona después
- El Conejo Blanco que trajo a Alicia al país de las maravillas - recuerdo los relatos que nos contaba mamá en su época de villana
- Ese mismo - sonríe orgulloso, una sonrisa linda debo agregar
- ¿Él también se puede transformar en una persona? - cuestiono recordando su transformación
- No, no, yo soy como una ¿Evolución?, si, una evolución - dice buscando las palabras correctas mientras se sienta en el césped
- ¿También tenés poderes? - digo con gracia imitando su acción
- Tal vez si, tal vez no, quién sabe. Él dice que todos los hijos son evoluciones y siempre tienen algo nuevo, algo mágico. Así que tal vez yo o tal vez vos tengas poderes - exclama sacando un reloj de bolsillo
