De igual forma, eres mi sangre»

2 2 0
                                    

Desde que Mónica y yo tuvimos aquella conversación en la madrugada, nos habiamos vuelto mas cercana. Aún no me acostumbraba a la idea, pero de igual forma seguía siendo mi hermana, y a pesar de nunca haber estado de acuerdo con ella, nunca le he tenido rencor.

-Aún recuerdas sobre lo que te conté aquella madrugada, ¿verdad?

Solo asentí para que ella continuara hablando. Y prosiguió:

-Ya terminé mi relación, pero aún no le he dicho nada al chico que me gusta. Pero es más complicado de lo que crees. Así que no te asustes por lo que te voy a contar.

Asentí levemente, intentando ocultar el miedo de haber escuchado esa palabra. Y ella continuó hablando:

-El chico del que estoy enamorada es un...¡Vampiro!- y ví como se cubria la boca al hacer soltado la palabra vampiro.

Mis ojos se abrieron de par en par al escuchar la palabra vampiro. Entonces pensé...no era la única que estaba involucrada con ellos. Pero claro, que no le iba a revelar esa información. De momento estamos bien, comportandonos como dos hermanas que se quieren, pero aún asi no confío totalmente en ella. Simplemente le dí una sonrisa de apoyo, mientras deje que continuara hablando...

-Nos conocimos en mi último cumpleaños. Después de que tú hicieras aquel drama, por una pequeña cortada, y nuestro padre salió como loco a ver qué tenía su princesita. Me llené de rabia como hasta en mi cumpleaños eras el centro de atención. Así que me marché muy lejos, hasta que me adentre al bosque y me terminé perdiendo.

»Empezó a llover, y como no quería enfermar de una hipotermia, me adentré en una cueva. Al principio no lo noté, pero se acercó a mi lentamente, mientras yo moría del miedo, pensando en que podría comerme. Pero fue todo lo contrario, me preguntó el porqué de mis lágrimas, a lo que le expliqué. Él comprendió y me dió palabras de aliento, y me hacía reír.

»Pensarás que soy muy tonta, por confiar en el enemigo.  Pero mi mente no procesaba bien en ese momento, aunque no me arrepiento de nada. Él se acercó a mi, y me plantó un beso en la boca, diciendo que era mi regalo de cumpleaños.

»Sus palabras me hizo cambiar de idea, sobre lo que había pensado durante tantos años de los vampiros. Quizás era diferente, o quizás algunos eran buenos. Así que le di una oportunidad, pero aún estaba el problema de que somos de pueblos enemigos. Entonces decidí alejarme, antes de que me terminara enamorando de él.

»Pero me equivoqué. Me enamoré completamente de él. He intenté sacarlo de mis pensamientos, con Edward mi ex novio, pero me fue imposible. Y ya pasó lo que ya sabes.

Admito que quedé sin palabras al hacer escuchado todo lo que me contó. La entiendo totalmente, porque también he odiado lo sobreprotector que es mi padre conmigo. Recuerdo de como me corté con el cuchillo, ya que no encontraba las tijeras para abrir un paquete. Y al estar perdiendo tanta sangre me asusté. Y después llegó mi padre, y me desinfectó la herida, y me puso un pequeño vendaje.

Y sobre lo de que ella estaba involucrada con un vampiro, también es entendible. ¿Quien soy yo para juzgarla? Si después de haber conocido a Vladimir, tampoco lo he podido sacar de mi cabeza. Quizás allán más vampiros así de buenos, y por está guerra no hemos tenido la oportunidad de convivir con ellos.

Así que tome una bocanada de aire, y la solté antes de hablar, comprendiendo todo lo que le pasó.

-Te entiendo. A veces mi padre se pasa de sobreprotector, pero te juro que no es mi intención a serte sentir mal.-dije con sinceridad, mientras le regalaba una sonrisa comprensiva.

Ella asintió, y me adelanté a decir:

-¿Que te parece si invitamos a nuestro padre a una merienda? Solo nosotras, pero si quieres...- Mónica me abrazó de golpe, seguro por lo que le había dicho.

corazón de Doble Filo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora