Al final del día, solo me acosté a dormir junto con Asphodel, después de todo, no tenía trabajo...tenía que aprovechar, ya que no era muy probable que tuviera otro día libre en mucho tiempo.
Al otro día me levanté temprano, caminé por los pasillos para prepararles el desayuno a los niños y a Adina...aunque en el camino me encontré con Val.
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-buenos días mi ángel caído- dijo con su habitual sonrisa.
-buenos días Val- dije.
-espero que hayas disfrutado tú día libre, porque sabes bien que hoy retomas tus trabajos.
-lo sé.
-bien, solo era una advertencia, mí ángel caído.
-ya sé...nos vemos después Val.
Yo caminé dispuesta a irme, pero él se aclaró la garganta para llamar mí atención.
-veras mí querida Nilüfer; ayer mientras estaba en la inauguración de mí nuevo estudio de filmación...se me acercó un maldito pecador y el idiota se atrevió a preguntar por ti- dijo molesto.
-¿Por mí?- pregunté curiosa mientras me daba la vuelta para mirarlo.
-si, por ti.
-¿Dijo algo más además de preguntar por mí?
-me dió esto.
Él me tendió un papel en dónde había una dirección, yo lo tomé y lo leí.
-no pensaba entregartelo, pero de todas formas, dudo que pueda oponerme a que vayas- dijo.
-gracias Val- dije.
-solo cuidate, odiaría tener a mis clientes fastidiados porque a mí maldita estrella le haya pasado algo por su insensatez.
-si, si, no te preocupes.
-nos veremos después ángel caído.
-adiós Val.
Comencé a caminar hacia la cocina, al llegar hice el desayuno de los niños y de Adina...aún tenía el papel que Val me había entregado en la mano, lo miré por última vez, tenía curiosidad...
Cuando todo estaba listo, fui a la habitación de Adina y me aseguré de que todos desayunaran, después de hablar un rato, decidí ir a ver a dónde llevaba aquella dirección...como dice el dicho, "la curiosidad mató al gato".
Salí del club y me dirigí a la dirección...caminé un largo rato, hasta que llegué al lugar más exiliado del anillo del orgullo...era un lugar sombrío y vacío, la tierra era seca, no había más que caos, es decir, restos de demonios muertos, sangre seca...pasé por un arco de piedra; algo andaba mal, podía sentirlo, crucé el arco y tuve un presentimiento, escuché algo acercarse rápidamente, por lo que lo esquivé, luego me acerqué...tomé la espada para apuntarle, lo miré con molestia, estaba a punto de atacarlo.
