¿Comó se rompe un corazón?- Bridget×Hook

14. CJ

Aclaración: Este es un capitulo especial, donde intente cerrar algunas incongruencias en las tramas de Disney. Espero que les guste y si tienen alguna sugerencia o quieren plantearme alguna disconformidad sobre la historia, dejenlo en comentarios. 

Después de su altercado, el Capitán Garfio habia decidido dejar a Bridget en su oficina para garantizar su seguridad. Besó su frente y dio una orden clara a sus piratas: Mantener a la reina dentro del cuarto. Los piratas asintieron, listos para cumplir su deber y probablemente lo habrían logrado si Harry y Harriet no hubieran irrumpido en la habitación, dispuestos a "defender la integridad de su padre". Aunque ninguno de los dos jóvenes había considerado la presencia de su hermana menor, CJ.

—¿Qué creen que hacen? Papá dijo que no entremos aquí —recrimina CJ, plantándose frente a sus hermanos.

—¿No es obvio? Tenemos que llevar a la Reina a Auradon, antes de que papá pierda la cabeza por completo y sea exiliado otra vez—respondió Harriet, decidida.

-¿Y a ustedes que les hace creer que el quiere volver a un lugar donde lo miran como si fuera menos? Si le importara esas idioteces, no la habría traído en primer lugar.

Ambos hermanos se quedaron boquiabiertos al escuchar a CJ. Desde pequeña, había sido la más tranquila y sensata de los tres, la que siempre buscaba resolver las disputas entre sus hermanos. Verla tan firme en una discusión era completamente inusual.

-—Piensen un poco en lo que están a punto de realizar...¿Por que creen que papa no quiere entregar la Reina Roja a alguien que dejó a toda una civilización de "villanos" viviendo de sobras y muriendo de hambre? ¿No consideraron que intentaba salvarle el pellejo de un psicópata? —cuestionó CJ con cierta irritación en su voz.

—¡Pero si ella es una ge...! —comenzó a decir Harriet.

—¡Ni se te ocurra terminar esa oración! —interrumpió Garfio desde la puerta, su voz cargada de autoridad—. ¿Te atreves a presentarte en mi barco, cuestionar mis decisiones y robarme? ¿Eres idiota o qué? Si hubiera sido mi padre, te habría matado en cuanto pusieras un pie en la cubierta.

—¡Ya tenías tu libertad, papá! ¡No puedes arruinarlo todo por ella! —replicó Harry, furioso.

—Claro, porque es mejor dejarla morir, ¿no? No sean imbéciles. ¿Qué creen que le va a pasar cuando la entreguen al rey Adam? La matarán o, peor, la torturarán junto a su hija por sus crímenes —respondió el Capitán, más calmado, pero aún severo.

—¡Es lo que se merece! —gritó Harriet, sin querer ceder.

—Ingratos —murmuró CJ con ira. Por primera vez, estaba dispuesta a irse a los golpes con sus hermanos si no fuera porque su padre la detuvo, sujetándola suavemente por el cuello de su camisa—. ¡Estoy segura de que la mitad de los príncipes pensaron lo mismo cuando alguien les mencionó que ustedes estaban comiendo lodo en la isla!

El Capitán miró a Harriet con tristeza. Los últimos meses en Auradon habían sido un calvario para la niña. Muchos se burlaban de ella por su origen y los supuestos crímenes que había cometido en la Isla de los Perdidos. Los comentarios fueron tan duros que decidió no alejarse nunca más del barco de su padre.

—Cariño, ¿por qué no vas con Smith mientras hablo con tus hermanos, sí? Estoy seguro de que está haciendo deliciosas galletas —le dijo el Capitán suavemente a CJ, quien intentaba contener las lágrimas. Las discusiones con sus hermanos siempre la afectaban mucho—. Estaremos bien, solo tendremos una pequeña charla.

CJ asintió y, tras secarse las lágrimas, abandonó la habitación, dirigiéndose a la cocina. Sabía que Smith sabría cómo animarla.

—¡Señorita Bridget, no sabe la alegría que me da verla! —exclamó Smith, contento cuando CJ llegó a la cocina.