Parte uno
James solía ser reconocido por ser el primogénito del pirata más temido por la corona de Inglaterra: Barba Negra, o Edward Jameson Teach, para los valientes. Sin ir más lejos, James Edward Teach era considerado el hijo pródigo, un muchacho que desde niño había demostrado las agallas suficientes para continuar el temido legado de su padre. Aunque... en realidad, James no era el primogénito en la línea de sucesión, sino el cuarto. Y no por razones de las que uno se sentiría orgulloso.
La verdad era que sus padres eran profundamente negligentes cuando se trataba de cuidar a sus hijos. La mayoría de ellos murieron por falta de cuidados básicos, enfermedades, o incluso ataques de los múltiples enemigos de su padre. Y los tres primeros en la línea de sucesión... murieron a manos del propio Barba Negra, como lección para los siguientes.
Por eso, James Edward Teach V era consciente de cuál era su destino desde el día de su nacimiento. Si quería sobrevivir, debía ser despiadado, cruel, y entrenar sin descanso para ser el mejor pirata de todos los tiempos. Aunque, claro, nunca más grande que su padre; eso sería demasiado pretencioso. Sabía que su existencia misma se basaba en servir a Barba Negra hasta el día de su muerte. Y eso estaba bien para él... hasta que conoció a Bridget.
James debía admitir que su comportamiento no fue el mejor en su primer encuentro con ella. Contestaba con gruñidos y le hacía comentarios hirientes cada vez que podía. Desde el principio, la trató como a la princesita mimada que él creía que era. Pero, grande fue su sorpresa cuando notó que Bridget sabía defenderse con astucia. Era inteligente y perspicaz.
—¿Por qué no vuelves a tu reino de la locura? —gruñó molesto cuando Bridget intentó incluirlo en las tareas. La clase en sí misma lo ponía de mal humor, y ni hablar de su compañera.
—¿Me llevará en su barco, capitán? Tengo entendido que no soy la única lejos de casa —replicó Bridget con una sonrisa mientras seguía anotando las propiedades mágicas de una planta. Al ver la expresión de sorpresa de James, soltó una risita y continuó con lo suyo.
El segundo encuentro fue aún más fascinante. Bridget se las ingenió para ayudarlo de manera inesperada.
—Tu mochila está abierta.
—Lo sé, yo la dejé así.
—Alguien podría robarte.
—¿Quién lo haría?
—Tienes un pirata enfrente, no hace falta pensarlo mucho.
—Confío en usted, Capitán. No creo que lo haga.
Ese día robó su bolsa. En su defensa, podría decir que se sintió profundamente ofendido. ¿Qué tan débil lo veía esa princesa para creer que él no robaría una estúpida bolsa? ¿Acaso creía que le temía a sus guardias? No, él no sería burlado por nadie, y menos por una princesa loca. Pero su desconcierto fue grande cuando, al revisar la bolsa, se encontró con una inusual nota:
Para el Capitán Hook
Dentro de la bolsa había ungüentos y vendas para los callos en sus manos y las heridas en sus brazos, además de unos sándwiches y un jugo. Su primera impresión fue de sorpresa; nadie había notado sus heridas tan rápido. Gruñó, molesto, y tomó la bolsa para devolvérsela a esa niña tonta. ¿Ella creía que él era un cachorro desahuciado al que tenía que cuidar? Tocado por la ofensa, fue directo a su puerta.
—Solo te advertiré una vez. No quiero tu compasión ni ser tu acto de caridad anual. Mantente al margen, Heart —soltó en cuanto lo atendieron.
—Usted no es mi acto de caridad anual, Capitán.
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¿Comó se rompe un corazón?- Bridget×Hook
FanficRed había escuchado a muchas personas asegurar que tenían el corazón roto, incluso a su madre, la Reina de Corazones. Debido a esto, muchas veces intentó imaginar las razones por las cuales los corazones se rompen; tal vez se rasgaban tras una caída...