Little Dragon (➾George Weasley & O/C)

Capítulo 34

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Abrí los ojos y traté de parpadear para acostumbrarme a la luz de mi entorno. No sabía dónde me encontraba, pero al evaluar mi entorno, descubrí que estaba postrada sobre una camilla, con una jaqueca terrible y dificultad para respirar. A mi alrededor había grandes ventanales y paredes de piedra.

—¿Dragneel?—escuché una voz masculina llamarme desde algún lado, pero la cabeza me zumbaba demasiado para poder ubicarlo.—Dragneel, por el amor de Merlín, acuéstate, madame Pomfrey dijo que no debías exaltarte.

Obedeciendo las indicaciones de quien fuera que estuviera hablando, me recosté sobre el mullido colchón donde me encontraba. Con un poco más de lentitud, abrí los ojos, y esta vez me ubiqué, dándome cuenta que estaba en una camilla de la enfermería del castillo.

—Yo... ¿qué me pasó?—solté la pregunta al aire.

—¿No recuerdas nada? —al voltear para verificar quién me hablaba me sorprendí de encontrarme a Weasley tendido en la camilla frente a la mía con la pierna vendada y lo que parecía ser poción crecehuesos en la mesilla que tenía al lado.

—No...—dije dubitativa tratando de hacer memoria, pero me dolía demasiado la cabeza—¿Nos peleamos y te rompí la pierna?—cuestioné dudosa, porque no entendía de qué otra manera me encontraría en la enfermería con Weasley.

—¡Por Godric, te dieron tan fuerte que se te borró la memoria!—exclamó genuinamente consternado.

Fue entonces que sentí un pinchazo de los diez mil demonios y al parecer mi cerebro hizo las conexiones necesarias porque recordé la entretenida tarde que había pasado con el trío de oro (más bien trío suicida) y mi padre, y Remus...

—¡Por Salazar!— exclamé abriendo mis ojos al recordar que Remus casi me mata— Mi padrino estuvo a punto de asesinarme—murmuré.

—Oh, gracias a Godric recordaste—celebró mi compañero herido— no quería tener que explicarte como habíamos acabado aquí juntos—suspiró aliviado causando que rodara los ojos.

—¿Y dónde están tus otros amigos? ¿Cómo llegamos aquí?¿Qué hicieron con mi padre?

—¡Detenté!— exclamó Weasley—te lo explicaré todo, pero recuéstate, Madame Pomfrey dijo que tenías al menos tres costillas fracturadas y una contusión severa, así que aunque te haya dado crecehuesos, dijo que necesitabas el mayor descanso posible.

Asentí y haciendo caso a las indicaciones que Pomfrey le había dejado a Weasley, me recosté sobre la camilla, de nuevo, pero esta vez fui consciente del dolor de costillas y mi dificultad para respirar, eso y que al tocar mi cabeza, descubrí que un vendaje la rodeaba.

—Bien, ya estoy acostada. Ahora habla Weasley.

—Bien, luego de que el profesor Lupin te golpeara, quedaste inconsciente, así que Harry te tomó como pudo antes de que Lupin te mordiera—el pelirrojo tragó grueso luciendo mortificado, como si estuviera viviéndolo de nuevo— luego Sirius lo atacó por la espalda y luchó con él hasta que Lupin... lo mandó a rodar colina abajo—dijo—en medio del ajetreo, Snape recobró la consciencia y si Lupin no hubiera sido un hombre lobo, Snape no hubiera dudado en hechizarnos a todos—se estremeció.

—¿Y cómo terminamos en el castillo?

—Snape nos trajo—dijo—le dijo a Pomfrey que nos había atrapado como vándalos cerca del sauce boxeador y que fue así como terminamos tan mal heridos.

—Por las barbas de Merlín—exclamé— ¿Y Sirius?—Ron me vió incómodo y abrió la boca, pero la volvió a cerrar.

Esta vez me incorporé de nuevo, ignorando el dolor de mi costado—Weasley, ¿dónde está mi padre?—exigí saber.

—Encerrado—murmuró entre dientes pero pude escucharlo—van a darle el beso, los dementores.

—¡¿QUÉ?!—grité horrorizada—¿Alguien le ha contado al viejo cabezón lo que realmente sucedió?

Ron asintió frenéticamente—Los tres le contamos la verdad, pero dijo que nadie nos creería, ni a él—bufé porque, claro que diría eso, que los demás se sacrifiquen si el podía evitar mover un dedo.

—Hay que movernos Weasley, no dejaré que me quiten a mi padre—dije incorporándome de la cama, aunque estuve a punto de caer al sentir las piernas débiles—No volverán a arrebatarme a mi padre—me dije a mi misma, aunque sentía un nudo en mi garganta.

—Dragneel, regresa la camilla, Harry y Hermione acaban de ir a encargarse de eso, creo...

—¿CREES? LA VIDA DE MI PADRE ESTÁ EN RIESGO INMINENTE Y CREES—enfaticé el crees—QUE TUS AMIGOS VAN A AYUDARLO.

Estaba a punto de tirar a Weasley de su camilla para que fuéramos por Sirius, pero por la puerta entraron Potter y Granger con una cara triunfante.

—Pero si acaban de irse—dijo Weasley luciendo sorprendido—estaban justo ahí—señaló la entrada de la enfermería.

—No seas ridículo Ronald, no puedes estar en dos lugares a la vez—lo reprochó Granger.

—¿Mi padre?—fue lo primero que pregunté.

Ambos voltearon a verme sorprendidos, y para mi sorpresa, Potter se acercó hasta dónde me encontraba, que era a medio camino de la camilla de Weasley (había recorrido menos de un metro pero en mi defensa no podía hacer mucho si estaba fracturada y con una contusión), y lanzó mi brazo sobre su hombro obligándome a apoyarme en él y regresarme a mi camilla.

—Sirius está bien, logramos evitar el beso del dementor—habló con alegría mientras me dejaba sobre las mullidas almohadas—se ha ido con Buckbeak, los hemos rescatado a ambos—sonrió con orgullo, sin embargo yo aún tenía una espinita atravesada que no me dejaba en paz.

—¿No dijo a dónde iba?—Harry me miró con pena y negó—Pero dijo que te diéramos esto— buscó algo en el bolsillo de su pantalón y me entregó un colgante de cuero y que tenía un dije en forma de estrella colgando del centro.

—Dijo que ahora era tuyo, y a que a dónde fuera que fueras, él estaría contigo mientras lo tuvieras puesto—asentí y recibí el collar e inmediatamente me lo coloqué.

—Gracias—murmuré sintiendo las lágrimas acumularse alrededor de mis ojos.

—Escribirá Denébola, ahora sabe que tiene una familia a la cual volver cuando todo se aclare—me aseguró Harry apretándome el hombro amistosamente.

Le sonreí al chico y asentí, porque tenía razón, Sirius Black tenía una familia a la cual volver.

¡Qué emocióoooooon!

Oficialmente este es el último capítulo y el que le sigue es el epílogo así que estamos cerca del final de este libro. Espero les esté gustando <3.

-Lilly Lorcan