Capítulo 29

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La semana siguiente a nuestra derrota en la copa del campeonato de quidditch se podría resumir como apagada. No volvimos a mencionar nada acerca del desastroso partido y los de nuestra casa seguro estarían tan decepcionados como nosotros, porque a parte de algunos comentarios mordaces (que con gusto devolvimos) y algunos otros de consuelo que recibimos el mismo día, nadie volvió a hablar de ese partido.

Finalmente, llegó junio con la semana de exámenes sobre nosotros. Al menos había podido distraerme de la derrota estudiando de más en la biblioteca, algunas tardes acompañada de Pansy y Draco, que parecía habían resuelto sus diferencias, o algunas veces sola, a excepción de una noche en la que Diggory se apareció alrededor de la ocho de la noche en mi mesa pidiendo ayuda.

Supuse que luego de haber puesto en un coma temporal a su novia dejaría de hablarme, pero parece que el chico había dejado todo eso atrás ya que no hizo mención de eso, más bien me pidió que le ayudara a estudiar la preparación de Felix Felicis porque estaba seguro que Snape pediría prepararla para aprobar el curso.

Accedí y durante la siguiente hora, repasamos ingredientes y forma de preparación de la suerte líquida, entre otras preguntas que asumí que Snape haría el día del exámen.

Una vez terminé con Diggory,pensé estudiar un poco más en la biblioteca, aprovechando que aún tenía tiempo y que aún no se me quedaban las fechas de los juicios de Salem, ni de la persecución de brujas, ni ninguna fecha en realidad. Odiaba historia de la magia.

Me levanté a recoger un libro de los Juicios de Salem, pero al regresar, descubrí que la mesa dónde me encontraba, había sido ocupado por un grupo de Gryffindors de último año que darían sus ÉXTASIS este año, entre ellos, Percy Weasley.

Resignada a buscar otro lugar (aunque sería difícil con tantos alumnos ocupando la biblioteca), comencé a caminar por los pasillos en busca de una mesa que tuviera al menos un espacio libre, sin embargo, luego de unos minutos buscando, decidí que iría a la sala común a estudiar.

Estaba a punto de irme cuando choqué con un cuerpo, y tras el impacto y mi poco equilibrio tropecé y caí al suelo.

—Oye fíjate por donde...¿George?—mi oración quedó cortada al ver que quién me había hecho caer había sido nada más y nada menos que George Weasley.

—Vaya, ¿así serán todos nuestros encuentros, estrellita?—George me tendió la mano para que me levantaba mientras me daba una mirada divertida.

—Al parecer—dije al no tener ningún comentario inteligente—pero para ser justos, nunca esperé verte en la biblioteca.

—Si bueno, hasta los genios debemos estudiar a veces—reí sarcástica por su comentario, causando que alguien me silenciara en algún lugar.

—Bueno te dejaré seguir estudiando, genio, yo debo ir a la sala común—iba a despedirme de George cuando sujetó mi brazo.

—¿Terminaste ya tu hora de estudio?—preguntó y casi creí ver decepción en sus ojos.

—Si, tuve que levantarme a traer un libro para historia de la magia—dije levantando el libro que tenía en mano—pero al regresar ya habían ocupado mi lugar y no encontré otro.

—¡Genial! Bueno, es decir, no genial...— rascó su nuca nerviosamente y sus mejillas adquirieron un color rosa—pero, oye puedes sentarte conmigo si quieres—ofreció adquiriendo un tono carmesí.

—¿No estarán ahí tu hermano y Jordan?—porque realmente no me apetecía estar con ellos ahora. Llamenme rencorosa, pero seguía molesta por las narraciones de Jordan y que Fred hiciera que casi me desnucara.

George negó—Fred y Lee fueron por bocadillos, no creo que vuelvan en un rato—se encogió de hombros, así que acepté ir a estudiar con él.

Nos sentamos en una mesa un poco apartada del resto de estudiantes, lo que agradecía ya que nadie podía vernos a menos que llegaran a esa sección, y no sería del todo raro ya que no habían más lugares.

Little Dragon (➾George Weasley & O/C)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora