capítulo 3

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Luciano y Mel estaban esperando la llamada de Vallolet y Enzo, pero para sorpresa fue que fueron personalmente a hablar con él.

Mel caminaba de un lado al otro y Luciano estaba con su laptop abierta, levantó su mirada - Cielo, tranquila estoy seguro que ellos nos van a llamar.

Mel se acercó a Luciano y tomó su rostro entre sus manos y lo besó -Eres increíble, estás trabajando aún sin saber qué estarán pensando ellos.

Luciano la tomó de la cintura y la atrajo hacia él -Tú eres sorprendente, te amo-Susurró él dejando pequeños besos en el hombro de ella, Mel respiro con dificultad y lo abrazó por el cuello.

-Te amo más.

Estaban muy ocupados en lo suyo, olvidaron por completo el mundo, besos y caricias iban tomando un calor abrasador.

En la entrada de la villa el guardia de seguridad leía el periódico -Buen día señor¿en que lo puedo ayudar?

-Vengo a ver al señor Luciano James.

Luciano estaba bajando la cremallera del vestido cuando el teléfono sonó...

-Déjalo que suene...

Mel decía envuelta en el placer, sonó otra vez el teléfono. -Hermosa es todo por hoy.

Luciano agitado se levantó de su silla, acomodó el vestido de ella y besó frente y caminó hasta el teléfono, Mel entrecerró sus ojos. - Luciano James, ¿me vas a dejar así?

Luciano sonrió asintiendo y le señaló su pantalón abultado -!Sí¡- este levantó el teléfono -Diga.

-Señor James aquí está el señor.

-Enzo Giovanni.

Respondió Enzo desde el auto.

-Hazlo pasar Boris, muchas gracias. -- Luciano abrazó a Mel y dejó un beso delicado sobre sus labios. - Podemos seguir más tarde, ahora tenemos visita.

Mel entreabrió sus labios y asintió acomodando su cabello - ¿Quién es ?

Luciano dejó otro besó, sabía que su esposa estaba disconforme,-Enzo está aquí.

DING, DONG... Sonó el timbre, Mel recuperó el aire y sonrió, caminó a paso apresurado hasta la puerta - ¡Que bueno verlos! Adelante por favor.

Enzo sonrió al ver el rostro ruborizado y cabello algo alborotado, -Huracán, espero que seas feliz ahora, bueno además no creo que me odies por arruinar tu momento.

Ella sonrió negando con la cabeza, - Mm, creo que puedo lidiar con lo segundo, pero de verdad estoy feliz de tenerlos aquí. - Enzo saludó con un beso en la mejilla y esta lo abrazó fuerte - No sabes cuanta felicidad siento al verlos llegar a casa.

Mel, tenía sus ojos cristalizados - Tú eres mala porque no me dijiste. -- Ella reclamó a Vallolet, mientras que se dieron un cálido abrazo.

Luciano, últimamente no se sentía bien él solo se quedó en su lugar, ya que un leve mareo lo hizo sentir un sabor amargo en su boca, observando aquella escena que le generaba mil emociones, - Luciano! - Enzo llamó la atención y este volvió a la realidad estrechando su mano.

- Enzo. - Luciano estaba algo pálido y temblaba, Enzo lo notó al instante. - Todo está bien? - murmuró Enzo y Luciano asintió, viendo el brillo en el rostro de Mel, toda su felicidad era la de él, ella sonrió, se acercó a Luciano y lo abrazó suavemente -porque no tomamos un café, vengan siéntanse cómodos.

Enzo asintió - gracias Huracán.

Mel era como un huracán, alegre y salía con cada una, entonces Enzo la llama así desde que la conoció.

Tú mi dulce Tentación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora