14

5 3 0
                                    

Adriana

La mujer estaba como loca, mirada perdida y gritaba "Stefano yo lo hice por tu bien mi niño" lo marque una y otra vez hasta que me atendió.

●Joven su abuela grita ya me esta asustando dice cosas sin sentido.

●Desde cuándo Adriana se puso así.

●Bueno, creo que dos día o más, yo recién la dejé dormida pero se despierta y comienzan a gritar.

●Voy para allá, prepara mi habitación Voy con mi novia.

●Bueno joven.

Vallolet estaba saliendo de la compañía de café con Eliot, cuando su móvil comenzó a sonar...

●Señora Vallolet soy Stefano primero que nada, quiero decirle que yo soy responsable de todo,escúcheme por favor no me corte, yo tengo prueba y voy a ir por ellas, en la villa de Ludovika.

Vallolet soltó un suspiro de alivio y sonrió levemente.

●Mi hija, ella está contigo.

●Sí, quería pedirle permiso para que ella me acompañe.

Stefano estaba en la habitación hablando con Vallolet.

●Mm, Stefano mi hija ella es mi tesoro y hasta donde sé, tienes novia.

●¡No señora! Vallolet le juró que no. Su hija es lo más hermoso que me pasó, yo no tengo otra mujer en mi vida, ella no sabe que estoy haciendo esto, la necesito.

Vallolet sintió tristeza por Stefano.

●Mm, tendremos una charla sobre esto chico, recuerda que su padre es capaz de todo, por Fabiola, lo conveniente es que tu mantenga tu boca cerrada, entregue las evidencias y no digas que fuiste responsable de esto porque Enzo no te va perdonar.

●Gracias señora Vallolet tendré presente su consejo.

Vallolet sonrió.

●Hablaré con el abogado y envíame con Fabiola todo lo que pueda ayudar.

Vallolet salió muy feliz mientras que en el apartamento de Stefano.

- Vamos, quiero sacar todo de allí y solo no puedo.

Stefano se acercó a Fabiola y ella daba pasos hacía atrás y lo empujaba para que no se acerqué, ella quedó acorralada contra la mesa. - Iré con una condición.

Él sonrió mordiendo su labio inferior - ¿Cuál?

Fabiola sonrió y lo abrazó suavemente - No voy a dormir en tu cama. - Ella sonrió divertida Stefano frunció el ceño.

- Haber, Fabiola yo le dije a tu madre ahora miedo a que le tienes. - él rodeó la cintura de ella y la besó con intensidad - solo haré lo que tú desees, seré tu esclavo.

Fabiola sonrió - Mm, esclavo tendrás que trabajar mucho.

Él besó el cuello de ella, sus manos apretaron su glúteo. - Deseó hacerte sentir el cielo,pero tú no me dejas.

Stefano susurró cerca del oído de Fabiola, está mordió ligeramente su labio inferior y bajó suavemente su pequeña mano hasta el abdomen de Stefano.- No despierte mi demonio interior, porque puede que no te dejes ir más, quiero que te quedes hasta que el sol salga y el día termine. - él beso la con intensidad, sus manos deslizaron hasta en su entre piernas, ella se estremecía de placer, sentir el toque de Stefano era ir directo al infierno, la lujuria se apoderó de ambos, sus besos cálidos pasaron a ser apasionados, la levantó sobre la mesa, besó su hombro, bajó suavemente el tirante de su vestido, logrando tener el acceso perfecto a sus grandes y delicados bubys.

Tú mi dulce Tentación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora