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Samira y Claudia son hermanas, ambas casas fortunas, Claudia detrás de Stefano y Samira detrás de Dante, son expertas en conquistar a los hombres que les convenía.

Samira lo que no quería era que Dante se entere de que Emma sufrió una pérdida y que era varón, intentaron entrar al cementerio pero como es privado no las dejaron entrar.

Samira. - ¿Que puedo hacer para exhumar el bebé?

Pedro. - Señorita eso es algo que solo una persona directa al bebé lo puede hacer, con las autoridades correspondientes.

Samira fingía llorar, el señor Pedro conoce a Emma y sabe su vida porque él era un conocido de Orlando padre de Emma, era un hombre de palabra, honesto y no dejaría que nadie toque la tumba del bebé.

Samira - No lo puedo creer, es tan fácil le pago lo que usted me pida solo necesito saber si ese bebé es de mi futuro esposo.

Claudia llamó a su hermana aparte. - Vámonos esto nos puede traer problemas en el futuro deja ya esto,Dante se desvive por ti y lo que necesitas ¿no?

Samira rodó los ojos - está bien Vámonos. - Ella se limpió sus falsas lágrimas, se puso los lentes y volvió con Pedro. - Gracias señor, veré que puedo hacer.

Pedro asintió - Bueno Señorita con permiso.

Emma manejaba con tristeza, ella jamás imaginó que Dante le hablará de esa manera, ella se detuvo frente al cementerio, su corazón agitado.

- Buenas tardes, dos ramos de flores por favor.

La mujer se envolvió y se lo entregó. - Señora Emma, le comento que vino una mujer y quiso sacar a su bebé.

La mujer miraba que nadie la oyera, la señora Carlota conocía a Emma y era muy amiga de Pedro. - ¿Una rusa? - preguntó Emma sintiendo rabia en su interior.

La mujer miró a ambos lados. - Sí, era muy linda pero nada agradable.

Emma asintió - Yo hablo con Pedro gracias por avisarme.

Emma camino por un largo pasillo con su bolsa y dos ramos de flores, llegó delante de unas placas "Con amor eterno te dejamos ir querido esposo y amado padre Orlando Torrechelli Salgado"

Emma cambió las flores de los floreros. - Papi, no tienes idea de cuanta falta me haces. - las lágrimas de Emma caían ligeramente - Puedes creer ya pasó un año desde que mi pequeño Santiago está aquí.

Ella cambió las flores Una placa pequeña "Mi pequeño Santiago descansa, con amor eterno tus padres Dante -Emma & Hermanos Eliana y Renzo"

-¡Ayyy,papá! ¡Me duele tanto! - El llanto de Emma era desgarrador, su alma dolía. - ¡Ay soy... una tonta! ¡¡Soy una mujer cobarde. - sus palabras acompañaban sus lágrimas, - ¡Mírame! Solo soy una piltrafa humana andante, no quedó nada de aquella mujer que era. - Emma lloró y se lamentó mucho, el señor que cuidaba el cementerio se sentó y la observó desde lejos " Pobre mujer cuánto dolor, su hijo su padre todo al mismo tiempo" dos horas Emma estuvo allí sentada sobre sus piernas. Cuando por fin se calmó y se puso de pie, el hombre caminó en dirección de ella. - ¡Niña espera! Hoy vinieron a querer entrar y no la dejamos.

Emma tenía su mirada triste y sonrió levemente - Quiero que cualquier cosa me llamen ahora debo irme, gracias a los dos.

Emma salió con su bolsa en mano, sus lágrimas seguían cayendo, una mujer puede soportar muchas cosas pero perder una parte de ella es muy dura, ahora no solo cargaba ese dolor, si no que también cargaba con la infidelidad de él, ese dolor también es lo peor que hay, a veces que uno soporta por cobardía, pero uno debe aceptar que amó, que dio y que a la hora de ser infiel fue una elección de él, no es fácil salir de una relación de tantos años, donde solo creías que era para toda la vida, hay amores y amores, triste es ver la realidad, si la mujer falla es la peor del mundo, ah pero el hombre falla y es hombre, puede hacerlo qué ignorancia más grande.

Tú mi dulce Tentación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora