JUEGO DE PODER | Blair Parker es llamada de muchas formas menos por su nombre.
Ella es para la prensa y el resto del mundo "La abogada del diablo", conocida por ser la única defensora de todos los criminales que los héroes se esfuerzan por liquidar...
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Cuando Blair abrió lentamente los ojos, apenas reconocio el techo que tenía frente a ella. Se quedó quieta unos segundos, procesando su entorno. Giró la cabeza lentamente, encontrándose con un cuerpo masculino a su lado. Vale, lo primero era recordar cómo había llegado allí.
Primera pregunta: ¿Hacía cuánto tiempo no había follado?
Respuesta: No lo recordaba. Eso en sí ya era preocupante.
Entrecerró los ojos, pensando. Sí, había salido la noche anterior, un poco para olvidar la mierda de situación con Grayson. Y, bueno, una cosa llevó a la otra.
Segunda pregunta: ¿Por qué ahora mismo estaba despertando en la casa de su ligue y a su lado?
Giró la cabeza hacia el hombre que yacía a su lado, todavía dormido y roncando suavemente. Era guapo, con el pelo castaño y la barba de tres días, pero... ¿cómo se llamaba?
Tercera pregunta: ¿Era Mike? O al menos cree que era Mike. Sí, seguro era Mike. A menos que fuera... ¿Marc?
Suspiró por lo bajo. Estaba haciendo todo lo posible por evitar la parte donde se daba cuenta de que se había acostado con alguien cuyo nombre no recordaba del todo. Lo mejor era salir de esa cama lo antes posible y huir como una campeona.
Con un movimiento lento y cuidadoso, apartó las sábanas y se deslizó hacia el borde de la cama, levantándose con toda la gracia que podía reunirse en su estado matutino medio zombie.
Mike o Marc, muchas gracias por el servicio, pero mi dignidad me llama, pensó, mientras buscaba sus pantalones. Los encontro tirados en una esquina de la habitación y los agarró rápidamente, vistiéndose en un tiempo récord.
Cuarta pregunta: ¿Cómo haría para salir sin tener que enfrentarse a una incómoda despedida?
Tal vez podría escabullirse... No, eso sería muy obvio, y si "Mike/Marc" se despertaba, la cosa se pondría aún más rara.
Decidió que era mejor irse como una persona civilizada. Caminó hacia la puerta con sus zapatos en la mano, cuando de repente escuchó una voz adormilada desde la cama.
—¿Blair?
Quinta pregunta: ¿Por qué demonios tuvo que despertarse justo ahora?
Ella se giró lentamente, encontrándose con los ojos medio abiertos de su acompañante, quien sonreía de forma soñolienta.
—¿Te vas tan pronto?
Blair entusiasmada con incomodidad, ajustándose la chaqueta y deseando que la tierra la tragara.
—Sí... eh, tengo cosas que hacer. Ya sabes, trabajo y... eso —dijo, intentando sonar casual.
