JUEGO DE PODER | Blair Parker es llamada de muchas formas menos por su nombre.
Ella es para la prensa y el resto del mundo "La abogada del diablo", conocida por ser la única defensora de todos los criminales que los héroes se esfuerzan por liquidar...
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Dick se encontraba en su pequeño loft, limpiando su traje de Nightwing que aún tenía manchas de sangre de la pelea de la noche anterior. Estaba concentrado en una de las manchas en su pecho cuando sintió una punzada de dolor en el abdomen, recordando que había recibido más golpes de los que le gustaría admitir.
Por lo menos, pensó mientras limpiaba con fuerza la mancha rebelde, evité que el cargamento llegara a su destino.
Era una victoria a medias. Interceptaron el camión en las afueras de San Francisco antes de que pudiera llegar a manos peligrosas, pero ningún miembro de la banda había soltado más información. Se habían cerrado como una tumba, con las miradas vacías de quien ya no tiene nada que perder.
Se puso de pie y fue al baño para revisar las vendas que rodeaban su abdomen. Todavía estaba tenso por la pelea, los golpes habían sido duros, pero nada fuera de lo habitual. De cualquier manera, no podía permitir que esos contratiempos lo distrajeran; tenía un trabajo que hacer, y ahora su mente estaba en otra cosa.
El mensaje de Parker le rondaba en la cabeza. Esos nombres... uno de ellos le sonaba especialmente familiar, y cuando lo pensó un poco más, lo recordó. Martinez. Alguien que los Titans habían encarcelado hace años. ¿Cómo era posible que estuviera libre? ¿Quién lo había soltado, y por qué? Esto no pintaba nada bien, y cuanto más pensaba en ello, más claro le quedaba que tenía que volver a San Francisco cuanto antes.
Sus amigos en los Titans podrían estar corriendo un grave peligro, y ni siquiera se habían dado cuenta. Si alguien estaba liberando a criminales que ya habían sido encarcelados, alguien con los recursos y contactos suficientes para hacerlo sin levantar sospechas, las cosas estaban peor de lo que pensaba. El cartel tenía conexiones en todas partes, y si los Titans no lo sabían, corrían el riesgo de ser superados.
Caminó hacia su escritorio, donde tenía su computadora especial, diseñada exclusivamente para su trabajo como Nightwing. Se sentó, encendió la máquina y comenzó a teclear rápidamente, buscando cualquier rastro de información sobre “El Pulpo”. Lo que Blair había descubierto encajaba, pero aún no tenían suficiente. Dick sabía que, con este tipo de operaciones, todo estaba conectado de alguna manera. Siempre había un hilo que seguía hacia el centro de la telaraña.
Espero a que los resultados de su búsqueda cargaran y se inclinó hacia atrás en su silla, con la mirada fija en la pantalla. Su mente vagó por un momento hacia Blair. Ella no sabía nada sobre su vida como Nightwing, y, sinceramente, Dick prefería que siguiera así. Las cosas ya eran lo suficientemente complicadas entre ellos, y agregar esa capa extra solo haría que todo fuera más difícil. La relación entre ambos era como caminar sobre una cuerda floja, y no estaba seguro de si alguna vez llegarían al otro lado sin caerse.
Un parpadeo en la pantalla llamó su atención, y su búsqueda finalmente arrojó un resultado interesante. “El Pulpo” sí tenía cargos, como él sospechaba. Había sido arrestado hace años por tráfico de drogas y asociación ilícita. Pero lo más alarmante no era eso. La ubicación actual de “El Pulpo” estaba marcada como “desconocida”. Sin embargo, la última dirección registrada estaba aquí, en Blüdhaven.
