JUEGO DE PODER | Blair Parker es llamada de muchas formas menos por su nombre.
Ella es para la prensa y el resto del mundo "La abogada del diablo", conocida por ser la única defensora de todos los criminales que los héroes se esfuerzan por liquidar...
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La noche terminó sin grandes eventos, con todos yéndose a sus habitaciones para descansar después de la cena y el juego. Blair, en particular, se fue a dormir con una sensación de satisfacción. Consiguió algo que jamás habría imaginado: incomodar a Dick Grayson. La pequeña escena de los "siete minutos en el paraíso" había sido una victoria personal. Le encantaba pensar que, por un breve instante, ella había tenido el control. Aquello no significaba nada a largo plazo, pero Dios, había sido divertido verlo salir apresurado, con la incomodidad escrita en el rostro.
Lo puse incómodo, y eso es lo único que cuenta, pensó mientras cerraba los ojos, con una sonrisa en los labios.
Y justo cuando pensaba que nada podía molestarla, su paz matutina fue brutalmente interrumpida.
¡TOC TOC TOC TOC TOC!
El sonido de alguien golpeando su puerta la sacó abruptamente de su sueño.
—¿Qué…? —murmuró, entre sueños, mientras se giraba y enterraba la cabeza en la almohada.
El golpeo continuaba, más fuerte y constante, como si quien estuviera detrás de la puerta estuviera en medio de una emergencia mundial.
¡TOC TOC TOC!
—¡Ya voy! —gritó Blair, alzando la voz, aunque estaba segura de que su irritación se notaba más que cualquier otra cosa.
Se levantó, descalza y con el cabello revuelto, arrastrándose hacia la puerta, rezando para que fuera alguien con una buena razón para interrumpir su descanso. Abrió la puerta de golpe, lista para decir algo desagradable... al ver quién era, su expresión cambió por completo. Allí, apoyado contra el marco de la puerta, estaba Grayson, con una camiseta gris y pantalones oscuros, su usual aire de tranquilidad, con una expresión ligeramente divertida.
—¿Grayson? —preguntó, parpadeando, aún medio dormida. En cuanto lo reconoció completamente, intentó cerrar la puerta de nuevo en su cara, pero él la bloqueó con una mano antes de que pudiera hacerlo.
—Buenos días para ti también —dijo él, sonriendo levemente, empujando la puerta apenas lo suficiente para mantenerla abierta.
—¿Qué quieres? —preguntó Blair, entre molesta y confundida, con la puerta aún medio cerrada entre ellos.
—Tenemos que trabajar —dijo él, como si fuera lo más obvio del mundo—. Te enseñare a cómo usar la red de búsqueda de la Torre.
Blair lo miró fijamente, intentando procesar las palabras. ¿La red de búsqueda? ¡¿En serio?! ¡A estas horas!
—¿Ahora? —dijo, incrédula—. Grayson, es temprano.
—Son las ocho y media —respondió él, cruzando los brazos—. No es tan temprano.
