Comisaria: Una hora desde el secuestro.
—Se los llevaron en mi puta cara —dice Volkov, totalmente desesperado, dando vueltas por el despacho de Conway, no deja de moverse, joder, todo ha sido su culpa, si no hubiera contestado a la llamada, si no los hubiera dejado solos, si no...
—Volkov, cálmate, todo irá bien, ¿vale? Tienes que decirme que viste —pide Conway, él también está nervioso, por supuesto que este no es un secuestro cualquiera, no, en este secuestro está Annika, esa niña no tiene su sangre pero aún así es su nieta, su familia.
—¡Ya te lo dije! —grita Volkov y Conway no responde, lo mira serio, entonces el ruso bufa y asiente, dejándose caer sobre el sofá y cubriéndose la cara con las manos, sabe que no tiene sentido pagar su cabreo con Conway, él no hizo nada y sabe que solo quiere lo mejor para Annika, que quemaría la puta ciudad por ella si fuera necesario.
La puerta se abre y Greco entra, no dice nada, solo se sienta en el sofá junto al Volkov y echa la cabeza hacía atrás, acaba de tener la llamada más difícil que jamás imaginó tener, él está acostumbrado a tener que comunicar muertes, desapariciones o secuestros, está acostumbrado a lidiar con muchas cosas pero no esperaba tener que lidiar con algo así.
—¿Qué ha dicho Fred? —pregunta Conway y Greco suspira, totalmente derrotado por la situación.
Y es que Greco no solo tiene que lidiar con que la niña que para él es su sobrina haya sido secuestrada, también ha tenido que llamar a la persona que él considera su futuro novio para decirle que su querido hermano, su única familia, ha sido secuestrado también.
—Se ha alterado muchísimo y básicamente me ha colgado corriendo diciendo que va a venir... —explica Greco, no sabe como va a venir pero está seguro de que lo hará, a fin de cuenta solo tienen un coche y Michael se lo llevó para verse con Volkov, aún así sabe que Fred vendrá rápidamente.
—Todos los agentes disponibles están rastreando en busca de una furgoneta con las características que Volkov explicó..., solo podemos esperar que la encuentren... —Conway desearía poder hacer más, desearía poder hacer algo más, jamás se ha sentido tan impotente en su vida, tiene tanto poder, siempre ha pensado que era el rey y dueño de la ciudad y ahora mismo, no puede hacer nada más que esperar.
Los tres hombres más poderosos de la ciudad, el superintendente y sus dos comisarios están allí, sentados en el sofá del despacho del superintendente, esperando una noticia, algo que los haga poder encontrar a una de las personas más importantes de su vida, su pequeña princesa, su pequeña consentida, y no pueden hacer nada más que esperar sintiéndose totalmente derrotados.
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¿Alguna vez os han secuestrado? Joder, a mí sí, no es una bonita experiencia, la verdad, es un completo asco, lo odio, pero es algo que no me sorprende ya, es como una costumbre, a fin de cuentas me ha tocado vivirlo más de una vez, siendo hijo de una persona importante en la milicia y hermano de una persona importante para el FBI.
Estoy tranquilo, tengo claro que es lo que tengo que hacer pero esta vez es diferente, esta vez no estoy solo, esta vez tengo a una niña abrazándome mientras llora sin parar y tiembla totalmente asustada, cosa que antes jamás había pasado.
Recuerdo la primera vez que me secuestraron, estaba con Gustabo pero él jamás tenía miedo, era imposible, se había criado en la calle, con las ratas y los vagabundos, por supuesto que para él un secuestro era algo bastante simple teniendo en cuenta las cosas que había vivido y yo tenía demasiado claro que hacer, me lo habían explicado demasiado desde pequeño y, aunque al principio estaba aterrado, tener a Gustabo a mi lado me ayudó a calmarme, eso era lo que tenía que hacer, calmar a Annika.
—Annika, mírame, tranquila —susurro, agarrando la su carita llena de lágrimas mientras la mira con todo el cariño que le tengo, ella sorbe por la nariz y tiembla—. Estos son hombres malos, pero no dejaré que te hagan nada, yo estoy contigo y todo irá bien, pero debemos intentar no hacer ruido.
Hay un motivo por el que prefiero que Annika se calme, estamos siendo llevados a un lugar desconocido, con gente que no sabemos que intenciones tienen y que no sabemos como de peligrosos pueden llegar a ser, prefiero conocer un poco más de nuestros captores a molestarlos y que prefieran mandarnos a dormir.
La pequeña asiente y, aunque aún sigue temblando de miedo, parece calmarse un poco, lo suficiente como para no llorar, aprovecho para levantarme con cuidado, la furgoneta se mueve así que me cuesta un poco mantener el equilibrio.
Está claro que esta gente no es experta en secuestros, Annika y yo estamos despiertos, no nos han vendado los ojos y ni siquiera han tenido tiempo de quitar las cosas que tenían en la furgoneta, puedo ver una caja de herramientas y algo de ropa de trabajo. Toco con cuidado a mi alrededor, no parece haber ventanas ni nada parecido pero sé cuánto nos hemos alejado desde que nos han metido aquí, es importante para conocer hacía dónde nos dirigimos o por lo menos, hacerme una idea.
—No te preocupes, Annika, todo irá bien, te lo prometo —digo, volviendo a sentarme y ella me abraza, aun temblando de miedo pero sin llorar—. Vas a ser una gran policía...
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Holii, he tenido unos días atareados, perdón, el lunes tuve que ir al veterinario con uno de mis gatitos (está bien, fue una esterilización) y ayer me sentí un poco mal y por eso no subí nada pero... no os preocupéis, mañana subiré cap! tengo escritos un par y hoy escribiré más.
Sé que el cap es cortito pero..., creo que está bien así, NO ME ODIEIS DEMASIADO QUE YO OS QUIEROOOOO
En fin, nos vemos en el siguiente capítulo ✨(っ◔︣◡◔᷅)っc(◕︣◡◕᷅c)✨
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Puppets ~Volkacio~
FanfictionHoracio y Gustabo están huyendo del pasado, más concretamente del FBI que quería obligarlos a hacer algo totalmente en contra de sus pensamientos. Los Santos es una ciudad para un nuevo inicio, la ciudad que lo inició todo, Fred y Michael Hope viven...