Cuando abrí la puerta del copiloto Suguru entró tranquilamente, cerré la puerta y subí.
- Me imagino que ya viste los regalos, ¿No? - Pregunté mientras me colocaba el cinturón de seguridad.
- Si... no tenias que comprar tantas cosas... - Me encantaba que Suguru se sonroje por todo.
- Claro que tenía, es nuestra primera cita, las siguientes te llenaré un camión entero con regalos si es necesario.
- ¿Qué? ¡No! - Suguru estaba nervioso, quizás al decir "Siguientes citas" le emocionaba.
Llegamos a un restaurante lujoso, ¿recuerdan el otro? Este era mucho mas lujoso. Un mayordomo de los muchos que hay, nos llevó a una habitación privada que había reservado.
No crean que solo personas con cantidades estúpidas de dinero pueden comer en estas habitaciones, el restaurante de por si tiene habitaciones para cada cliente, yo solo reserve una V.I.P.
- ¿Te gusta? - Tomé a Suguru de la cintura mirando toda la habitación, el saltó cuando mi mano tocó su cintura. Les puedo casi jurar que podría tomar su cintura con ambas manos.
- Si.. es muy lindo... - Claramente la habitación esta completamente decorada, tiene velas, pétalos de rosas, una botella de vino en el centro y dos copas decorando la mesa.
- ¿Nos sentamos o prefieres quedarte así toda la tarde? - Podía sentir el nerviosismo de Suguru así que lo solté para mover la silla por el.
- ¿Siempre eres así de caballero? - Pff, Suguru no me conoces para nada, ¿El gran Satoru Gojo siendo caballeroso con cualquiera? Claro que no. Esta era una ocasión especial.
- ¿Esperabas que fuera un patán?
- Mmm, yo no lo diría así, es mas como... pensaba que actuarías como actúas con Shoko
Suguru, no me conoces.
- Claro que no, Shoko no se merece ni el mínimo de respeto, esa loca se aprovecha de mi riqueza para salir de compras.
Ahora yo tomé asiento en mi silla, miré a Suguru. - ¿No pedirás nada?
En resumen, la comida fue casual, hablamos de muchas cosas y al mencionar cosas que le gustaría tener, no paró de hablar sobre cosas de Marvel, otra vez.
- ¿Entonces quieres que vayamos al centro comercial? Tenemos tiempo, son a penas las cinco con diez. - Para asegurarme miré mi reloj y en efecto, no estaba equivocado.
- Mmm.. claro, ¿Por qué no? - Suguru, deja de hacer esa cara o no me haré cargo de mis acciones.
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El inicio del fin | Satosugu | ~Omega-Verse~
Hayran Kurgu•El amor a veces es la peor de las maldiciones• Una historia Omega-verse sobre satoru y suguru. Universo sin maldiciones ni hechicería. Hay ships secundarios a lo largo de la trama aunque no los profundizaré mucho para centrarnos en nuestros protago...