↻⊲ Capítulo 9⊳↺

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Hoy es viernes y los estudiantes están como locos esperando que ya termine el horario escolar. Para ser honesto, yo también. Necesito irme a mi casa y dormir, la semana de exámenes ha sido demasiado pesada y bastante cansada, a decir verdad. Todos estamos bajo estrés, y es justo y necesario que ya nos vayamos a dormir. Luis ha llegado y puedo ver que tiene en sus manos una Monster y una laptop. Tiene unas ojeras demasiado marcadas y solo puedo sentir lástima por él. ¿Cuánto habrá dormido?

-¿Por qué parece que no has dormido en días, wey? -pregunto algo preocupado por su estado.

-Tarea, trabajo, proyectos, más tarea, y así... -Luis tiene un trabajo de medio tiempo en la Plaza de la Tecnología, creo que en un nuevo local de anime que abrieron o algo así me dijo-. Odio esto... ¿y si mejor nos hacemos bailarines exóticos?

Luis toma un sorbo de su Monster, como si con eso intentara recargar las pocas energías que le quedan, y se acomoda en la silla frente a mí. Su laptop emite un pitido al encenderse, y veo cómo frunce el ceño al ver la cantidad de archivos de diseño que tiene abiertos.

-No sé por qué hago esto... -murmura, arrastrando las palabras-. Es como si disfrutara estar al borde del colapso.

-Ya nos quedó claro que te gusta el sufrimiento -rió, mientras reviso algunos apuntes de psicología que tengo pendientes. La semana ha sido una locura-. ¿Cuántos proyectos tienes pendientes? ¿Cien?

-Tres, pero parecen cien. -Luis me lanza una mirada cansada-. Todos con entregas para la próxima semana. A veces me pregunto por qué decidí estudiar diseño gráfico.

-Bueno, siempre puedes hacer flyers o portadas de álbumes cuando te canses de las entregas. -Me estiro en la silla, sintiendo la tensión en mis hombros. Yo también necesito descansar, pero la carrera de psicología no me está dando tregua últimamente-. Aunque si te haces bailarín exótico, supongo que no necesitas saber cómo hacer renders, ¿no?

Luis se ríe, aunque suena más agotado que divertido.

-No, pero me serviría diseñar nuestros propios pósters promocionales.

-Eres un genio -sonrío, mientras reviso mi celular y veo un mensaje de Josh. Inmediatamente, una sonrisa me ilumina el rostro.

-¿Te escribió Josh? -pregunta Luis, sin despegar la vista de su pantalla, pero claramente atento.

-Sí, me pregunta cuál es mi color favorito. Dice que está pensando en algo para cuando nos veamos el fin de semana.

Luis levanta una ceja, sorprendido.

-¿Tu color favorito? -se ríe suavemente-. Eso suena como si te estuviera preparando una sorpresa.

-No lo sé, pero es lindo. -Escribo una respuesta rápida: "Azul, como el cielo en una tarde tranquila. ¿Por qué la pregunta?"

-Ese colombiano te tiene loco, wey. -Luis sonríe y cierra su laptop de golpe-. Pero bueno, ¿qué más te dijo? ¿Vas a hacer algo con él este fin?

-Sí, lo voy a llevar a recorrer algunos lugares de mi rancho. Después veré si quiere ir al aniversario de mis abuelos.

Luis me mira como si hubiera dicho algo escandaloso.

-¿Ya lo vas a presentar a tu familia? -pregunta, con una sonrisa cómplice-. El que menos corre vuela, cabrón.

-Tranquilo, no es nada formal. -Río, pero sé que la idea me emociona más de lo que quiero admitir-. Solo es un aniversario. Nada más.

-Claro, claro. -Luis sigue sonriendo-. Pero de todos modos, ¿me vas a invitar a mí también? Ya sabes que me encantan esas cosas.

𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐞𝐧 𝐒𝐚𝐧 𝐌𝐚𝐫𝐜𝐨𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora