Capitulo 12|Dudas.

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𝔓𝔞𝔲𝔩 𝔚𝔢𝔰𝔨𝔢𝔯.

Estaba en mi oficina redactando un informe sobre un supuesto asesino que merodeaba por la ciudad, y me refiero a él como “supuesto” porque nadie ha sido capaz de hilar los asesinatos.

En los largos años de preparación en la academia, se nos repite una y otra vez que jamás debemos dar por sentado nada, por lo que era lo que intentaba hacer.

Por la frialdad de las escenas, estaba claro que no eran crímenes por venganza o algo así, sino que se trataba de un psicópata.

No es que tenga experiencia, pero imagino que alguien que asesina por venganza no permanece tan relajado durante sus crímenes, y era lo que describían algunos testigos.

Lo bueno de los psicópatas es que tienen objetivos concretos con características específicas, solo había que encontrarlas.

Al leer el informe de Angela Velazquez, la primera víctima hallada, me incliné por pensar que el o la responsable se inclinaba por buscar chicas, pero el siguiente informe era de Daniel Medina, y él no era una chica.

Lo siguiente que hallé en común entre ambas víctimas fue que eran personas adineradas, Medina más que Velazquez, pero ambos llevaban una vida de bastantes lujos.

Una vez más mi teoría fue destruida cuando me fijé en el informe de Samira Guzman, la tercera víctima, quien tenía un nivel económico bastante bajo si se comparaba con los casos anteriores.

Las víctimas no tenían ninguna similitud entre sí, lo que era extraño y volvía nuestro trabajo casi que imposible.

Es decir, ¿cómo lograr espantar a un fantasma sin saber qué busca?

Con algo de frustración, puse todas las fotos seguidas, observando un detalle que me dio una inmensa tranquilidad.

¿Cómo nadie había prestado atención a esos detalles?

Tal vez sí que lo habían hecho, pero yo lo había pasado por alto.

Como lanza a mi favor eran casi las 5am y no había dormido en toda la noche, eso podía tenerme algo despistado, pero prefería estar trabajando a estar en el frío y solitario departamento que me había proporcionado el SNI.

No se han podido hilar los asesinatos, eso es verdad, pero ahora estaba seguro de que había un único responsable.

Cualquier detective podría deducirlo teniendo en cuenta que las escenas que habíamos hallado tenían una cosa en común; el arte.

Al parecer este sujeto es un artista frustrado, y esos son los peores.

No lo digo yo, lo dice la historia.

Al poco rato acabé de redactarlo, enumeré el informe y, sin ponerle un nombre, salí de mi oficina para dirigirme hacia la de la tan querida Directora.

Toqué la puerta una vez e ingresé sin aguardar mucho, estaba seguro de que no estaría allí ya que era demasiado temprano, pero de todas formas había tocado por si acaso.

De por sí no es que llevásemos una relación muy cordial, así que entrar a su oficina sin permiso no ayudaría.

Dejé el informe sobre su escritorio y salí de allí, encontrándome de cara con una máquina expendedora de dulces.

Una batalla se formó en mi mente sobre si debía tomar algo o no.

Por un lado era consciente de que últimamente mi alimentación había sido bastante mala, por lo que en lugar de dulces, debería comer algo un poco más sano.

Conocerse (Domisker)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora