Capitulo 14|Artista carmesí.

113 14 158
                                    


𝔓𝔞𝔲𝔩 𝔚𝔢𝔰𝔨𝔢𝔯.

Me cambié de ropa apresuradamente, soltando insultos entre dientes mientras lo hacía. Estaba comenzando a caer en la frustración.

Dipierro estaba haciendo lo que se le daba la gana y, por más que intentara impedirlo, esa mujer siempre lograba salirse con la suya.

¿Por qué tenía que ser de esa manera?

Y pensar que en algún momento la admiré, que inocente.

Ella siempre iba un paso por delante, lo que me tenía totalmente fastidiado.

No había forma de saber cuándo mentía, cuándo escondía algo o qué sería lo siguiente con lo que sorprendería, claro que no de buena forma. Saber su siguiente movimiento era un constante juego de suerte, o mejor dicho de azar, y esos juegos nunca me gustaron.

Cuando apareció este nuevo criminal en la ciudad, el artista, mis sospechas fueron directamente hacia ella.

En mi opinión, bastante justificadas.

Pero luego de recordar lo sucedido hace quince años esas sospechas desaparecieron por un único motivo: ella no trabajaba de esa manera.

Dipierro acababa con sus víctimas en un instante, sin darles la oportunidad de sobrevivir.

Sus víctimas solían morir de formas curiosas, eso no podía negarlo, pero la frialdad y la precisión del nuevo asesino no eran de alguien cuerdo.

No digo que Dominique lo esté, a ella le faltan algunos tornillos, pero no está tan loca para algo así.

Estos crímenes eran pasionales, la persona que los realizó no sigue un camino, lo hace por puro placer propio, por querer demostrar que lleva el control, algo que mi jefa no necesita.

No era sospechosa de las víctimas del artista, pero no podía decir lo mismo del último cuerpo hallado.

Hace un par de horas, en cuanto se fue de la comisaría, Toni me comentó algo desde la inocencia que me hizo enojar.

Hoy falleció un amigo de Peralta, y por eso el policía andaba con un humor de mil demonios. Peralta juraba que su amigo no bebía, lo cual descartaba la posibilidad de que estuviera ebrio y tomara mal la curva.

Yo ya tenía una idea de lo que había sucedido. Según los forenses, falleció a las 2 de la madrugada, y Dipierro se fue a las 12 de la noche de ayer para ir a su supuesta cita.

No era necesario pensarlo demasiado, uno más uno es dos.

Mi jefa era una asesina profesional y muy extravagante a la hora de eliminar a sus objetivos, y vaya, que casualidad que justo aparece otro cuerpo justo la noche en la que tiene una cita.

Creo que hay que enseñarle que sus citas no deberían acabar en un precipicio, incineradas.

—Llegó la Directora —habló Vera por la radio—. ¿Para qué necesitabas que te informara de su llegada?

—Porque necesito hablar con ella —respondí, mientras me ponía un pantalón negro táctico.

La puerta del vestuario sonó. Me volteé para ver quién era y, oh sorpresa, era la Directora del SNI, la favorita de todos.

Desde que la vi en la comisaría, algo en ella me había llamado la atención. Se veía impecable con lo que vestía, lucía muy atractiva.

Normal que los policas babearan, era una mujer hermosa y con poder, ¿Qué más se puede pedir?

Conocerse (Domisker)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora