Las clases del Alfa

Capítulo 16: Promesa

Ethan:

—Ok, señor. —acepté inmediatamente y salí de mi habitación para ir hacia la otra. Si, ahora llamaba a Alex "Señor" siempre ya que desde el día que me castigó me dijo que quería que a partir de ahí lo llamara así.

5 minutos después mi profesor entró completamente desnudo en la habitación y yo me levanté para quedar frente a frente con el, sin decir nada me cargó colocando mis piernas en su cintura y me lanzó sobre la cama. Vi como se colocaba el condon alrededor de su enorme polla.

—Tengo cosas que hacer, pequeñín. Así que por esta vez solo quiero que me cabalges la verga y ya. —dijo con perversión en su voz mientras se acercaba a mi.

Sonreí con picardía.

Alex se acostó al lado mio sobre la cama con las piernas abiertas, yo ,e senté a horcajadas sobre el y agarré su pene envuelto con el condon, y posteriormente me lo metí en el culo.

—Ahgg. —jadeó Alex.

Empecé a moverme encima de el lentamente, haciendo movimientos de adelante hacia atrás y en círculos con mi cadera. Las grandes manos de Alex se aferraban fuertemente a mi cintura mientras nuestros gemidos eran los únicos que se escuchaban.

—Ahggg, mieda. Montame más rápido, Ethan.

Sonreí y empecé a cabalgarlo con fuerza y rapidez, y ahora lo que hacía era dar fuertes brincos para provocarle más placer a Alex. Los gemidos de él eran jodidamente sexys y excitantes, puesto que eran fuertes y graves y eso hacia la escena más lujuriosa.

Su enorme pene entraba y salía de mi culo a una velocidad inimaginable, golpeaba mi próstata y así sucesivamente. De repente, mi profesor me pidió que cambiaríamos de pose y ahora el me tenia en cuatro sobre la cama. Honestamente esa era mi pose favorita.

—¡Uhggg, más duro, señor. —le rogé ya que estaba al borde del orgasmo.

Mi profesor empezó a gemir más fuerte, dándome a entender que estaba a tan solo segundos de correrse. De repente, no sé cómo, pero escuché como Alex soltaba un grito de queja y posteriormente sentí su rico  y tibio semen inundar mi culo.

《Oh, no》

—¡Ahgrrr, mierda! —gritó frustrado. —¡Se me rompió el condon!

Ok, ahí si que me asusté.

—¡¿Qué?!

—No me di cuenta de que compré unos que no eran de mi talla. ¡Con razón me apretaba tanto, joder!

—Alex, cálmate, ¿si?

—Tienes que tomarte la pastilla anticonceptiva, no quiero que tengas una bendición. —dijo de una vez mientras salía de mi interior. —Prometemelo, Ethan. Prométeme que te vas a tomar la pastilla.

—Lo prometo, señor. —dije agarrando mi ropa para vestirme. —Si usted me da permiso, iré a la farmacia.

—Claro, anda.

—Ok.

*****

Regresé al penthouse media hora más tarde. Había comprado un test de embarazo varonil y una pastilla anticonceptiva, corrí hasta el segundo piso y procedí a encerrarme en el baño. Guardé el test en los cajones y bajé hasta el primer piso con la pastilla en la mano.

Me encontré con mi profesor en la cocina, quien me miraba seriamente.

—¿Lo compraste?

Asentí.

Prodecí a agarrar un vaso de agua y posteriormente me tragué la pastilla. Para ser honesto, mi corazón latía tan rápido que sentía como si se me fuese a salir.

—Bueno, dentro de diez días más me haré el test de embarazo para ver si el medicamento funcionó o no. —dije sin mirar directamente a Alex, ya que mi mirada estaba pegada en la pared.