Capítulo 4: Un sueño muy raro

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Cuenta Ethan:

Después de aquella asombrosa tarde salí de la oficina de Alex sin despedirme o pronunciar alguna palabra. Salí de la universidad, con la garganta aún adolorida tras que me metiran un enorme pene por allí.

Luego de un rato, llegué a mi departamento y me lo primero que hice fue dejarme caer sobre la cama y tratar de descansar.

Estaba en el salón de clases, era muy temprano y aun no llegaba nadie. Pasaron las horas y me sorprendía que solo estuviera yo allí. De repente, un ruido proveniente de la puerta llamó mi atención y cuando me giré me di cuenta de que era mi profesor que se estaba acercando hacia mi.

El vestía de una manera... excitante: Iba semi desnudo y la única prenda que llevaba era la de sus boxers color negro. A simple vista, se podía notar la enorme ereccion que marcaba aquel boxer.

—Buenos días, pequeñito. —me saludó con voz coqueta. —¿Te gusta lo que vez? —preguntó para luego bajar sus boxers y liberar ese enorme miembro largo y grueso.

Yo, con mi voz temblando de los nervios, dije:

—S-si.

—¿Si que...? —preguntó, dandome a entender que dijera algo más.

—Si, profesor.

Alex me decidó una sonrisa, pero no era una sonrisa cualquiera; al contrario, era una sonrisa completamente perversa. El se acercó a mi y me acorraló contra la pared, mientras que al mismo tiempo apretaba mis nalagas con mucha fuerza.

—No sabes como me calientan tus deliciosas nalgas, Etha. —susurró en mi odio. —Esta vez si traje condones, así que podré entrar en tu lindo cuerpo sin arriesgarme a dejarte embarazado...

Dicho esto, Alex me dio un fuerte beso en los labios, un beso lleno de lujuria y deseo. Se alejó de mi, caminó hasta el escritorio y de su mochila sacó un pequeño sobre color plateado y después volvió a dirigirse hacia mi.

—Tengo prisa, pequeñín, así que solo bájate los pantalones y ponte contra la mesa. —me ordenó.

No me quedó más opción que hacerle caso, así que me coloqué contra una mesa, me bajé los pantalones y la ropa interior  y, por el rabillo del ojo, pide ver como Alex se acercaba para penetrarme.

《¡MIERDA!》, grité asustado al despertar.

Estaba desorientado, no sabía cómo reaccionar ante tal situación... ¿lo había soñado todo? Dios mio, parecía tan real...

Justo en ese momento, mi celular vibró y al revisar que era me encontré con un mensaje de mi profesor.

"Necesito que nos veamos ahora en mi casa, Ethan. No me importa tus demás clases, ven ahora"

Las clases del AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora