𝟏𝟕 𝐄𝐥 𝐜𝐡𝐢𝐜𝐨

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—QUE MIERDA ¡QUIÉN ERES!.- Grité al ver a un chico completamente desconocido justo en el lugar donde estaba

Después de que mi rubio vino a dejarme para poder descansar, estaba decidida a dormir un momento hasta que esté extraño apareció por una de las rejillas de este lugar, sacándome un gran susto.

—SHHH.- el chico se puso de pie de manera rápida y se acercó a mí intentando callarme, era delgado, rubio y de ojos azules, se veía mucho más joven que yo.- Nos van a oír.- Puso su dedo sobre su boca haciendo la seña para que guardara silencio

- Puso su dedo sobre su boca haciendo la seña para que guardara silencio

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—¿Estás loco? No te conozco.- Le dije molesta y muy fuerte.-Quién mierda eres!

—Eso ahora no es importante.- Dijo algo fuerte, se veía nervioso

—Si no me dices que mierda haces aquí.- me acerqué hacia él y pude notar como se puso más nervioso, ahora sí era por mi presencia.- Voy a gritar tan fuerte que me escucharán hasta fuera de este lugar, dime quién carajos eres y que haces aquí, ahora.- Le dije seria y molesta

El chico me miraba nervioso y ansioso, no entendía que mierda le pasaba y por qué estaba aquí, no quería problemas con nadie, pero no tenía idea de por qué este extraño apareció en mi cuarto.

—¿Tu amiga es una pelinegra llamada Teresa no es verdad?.- Dijo viéndome con sus cejas levantadas, a lo cuál al escuchar el nombre de ella mi expresión cambia a una molesta, ahora sí que esto no era normal, así que lo tomé de su polera bruscamente.- HEY HEY ESPERA!

—Como sabes su nombre.- Dije fuertemente mientras lo tomaba fuerte y el no podía quitarse, aparentaba ser algo débil, digo, era muy delgado

—Te prometo que no soy un acosador.- Dijo fuerte mirándome asustado

—¡COMO SABES SU NOMBRE!.- Le grite y el puso ambas de sus manos en señal de que lo soltará

—¡PUEDO EXPLICARTE PERO SUÉLTAME!.- dijo sin verme, lo pensé unos segundos, por qué debería hacerle caso, era un extraño que llegó de la nada a mi cuarto y además, sabía el nombre de Teresa.

Lo miro y luego lo suelto bruscamente.- Habla, ahora.

El chico suspiró de alivio y arreglo su polera.- Dios...- Suspiro otra vez.- ¿Siempre eres tan agresiva? Te veías más calmada hace rato

—¿Que haces aquí? Dilo.- Le dije fuerte

—No tendrá mucho sentido que te lo diga yo porqué se que no me conoces pero.- Se acercó a mi un poco a lo cuál retrocedo.- Hey cálmate, no quiero hacerte nada.

𝘾𝙡𝙤𝙨𝙚 𝙩𝙤 𝙮𝙤𝙪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora