La cascada seguía brillando bajo la luz de la luna, y el aire fresco de la noche se mezclaba con el sonido relajante del agua que caía. Nos quedamos en silencio por un momento, contemplando el paisaje, hasta que sentí que Amaru me miraba de nuevo.
—Nunca he traído a nadie aquí de noche —dijo finalmente, rompiendo el silencio.
Lo miré con curiosidad, pero no quise forzarlo a explicar más. En su rostro, podía ver algo diferente, como si estar aquí conmigo fuera importante de una forma que aún no comprendía del todo.
—Es aún más hermoso con la luna reflejándose —comenté, esperando mantener el ambiente relajado.
Amaru asintió, pero había algo en su expresión que mostraba que tenía otras cosas en mente. Finalmente, habló:
—Este lugar siempre ha sido especial para mí. Cuando era niño, solía venir a pensar aquí. Mi padre no lo sabe —añadió, esbozando una sonrisa traviesa—, pensaba que estaba trabajando.
Solté una pequeña risa ante su confesión, sintiendo una extraña comodidad al escucharlo hablar de su vida con tanta sinceridad.
—Supongo que los dioses te protegerían de que te descubrieran —bromeé, recordando la ceremonia y su devoción hacia ellos.
—Puede ser —respondió con un tono un poco más serio—. Pero hoy siento que eres tú quien me protege.
Mis ojos se encontraron con los suyos, y por un momento, no supe qué responder. Había algo en su voz, una sinceridad que me dejó sin palabras.
—No sé cómo lo haces —continuó—, pero desde que llegaste, todo ha cambiado. La tribu está más tranquila, incluso mi padre... —Hizo una pausa, como si pensara en qué decir—. Te escuchan, te respetan. Y aunque... —Se detuvo de nuevo, y esta vez pareció dudar—, aunque yo debería ser el que te guía, siento que eres tú quien nos guía a todos.
Me quedé en silencio, observando cómo su rostro reflejaba una mezcla de confusión y admiración que parecía sincera. No quería recordarle que aún no me sentía como esa "diosa" que todos creían que era. En ese momento, no parecía apropiado.
—No creo que esté guiando a nadie —respondí suavemente—. Estoy aprendiendo de ustedes. Apenas entiendo las costumbres, las creencias... todo es tan distinto.
—Tal vez no tengas que entenderlo todo para ser parte de ello —dijo él, inclinando ligeramente la cabeza.
El silencio que siguió no fue incómodo. De hecho, había algo en esa pausa que me hizo sentir conectada con Amaru, de una manera que no sabía cómo describir. La luna bañaba su rostro con una luz suave, y por un segundo, vi algo en él que iba más allá de las palabras.
—Hay algo que no entiendo —dije, cambiando de tema con una ligera sonrisa—. Dices que me respetan, que creen que soy una diosa, pero las reglas de la tribu... me parecen un poco estrictas. El contacto físico, por ejemplo.
Amaru se sonrojó ligeramente, y su mirada se apartó de la mía por un momento. Podía ver que estaba incómodo, pero intentó responder con la misma calma de siempre.
ESTÁS LEYENDO
Amaru ©
Mystery / ThrillerAlaida jamás pensó que un vuelo de rutina terminaría en una lucha desesperada por su vida. Tras un brutal accidente aéreo, se despierta en una isla perdida en el océano, rodeada por una naturaleza implacable y un silencio abrumador, pero pronto desc...