A medida que avanzábamos hacia el lugar de la ceremonia, la selva se abría para revelar un claro resplandeciente con luces cálidas y vibrantes. Los sonidos de la naturaleza se mezclaban con los murmullos de la tribu, que se congregaba alrededor de un altar adornado con una profusión de colores y símbolos.El altar, en el centro del claro, estaba cubierto con una manta de telas tejidas en patrones geométricos y colores vivos. Flores frescas de todos los tonos imaginable, rojas, amarillas, moradas, estaban esparcidas en un diseño intrincado alrededor del altar, y grandes candelabros de madera, llenos de velas encendidas, lanzaban una luz cálida y danzante. El aire estaba impregnado de una mezcla de fragancias florales y aromas de incienso, creando una atmósfera mágica y solemne.Alrededor del altar, se habían dispuesto varias estatuillas de piedra y madera talladas en formas de animales y figuras míticas, representaciones de los dioses de la tribu. En un rincón, había una serie de cestas llenas de ofrendas: maíz, tubérculos, frutas tropicales, y pequeños trozos de tejido decorado, cada uno cuidadosamente preparado como un tributo a la diosa Pachamama.Los miembros de la tribu estaban vestidos con trajes ceremoniales elaborados, adornados con plumas, cuentas y conchas. Sus rostros estaban pintados con intrincados diseños en tonos de rojo y negro, y cada uno llevaba collares y pulseras hechas de elementos naturales y preciosos. Había una sensación palpable de reverencia en el aire, mezclada con una vibrante energía colectiva.Cuando llegamos al claro, vi a los participantes de la ceremonia alineados en una formación semicircular alrededor del altar, esperando con calma mientras el chamán se preparaba para comenzar el ritual. Amaru me guió hasta el borde del círculo, donde me uní a él, observando cómo el chamán se dirigía a la multitud con un tambor en la mano y una actitud solemne.
—Bienvenida a la ceremonia de ofrenda a Pachamama,—dijo el chamán con una voz profunda y resonante, mientras empezaba a tocar el tambor con un ritmo hipnótico. Los miembros de la tribu se movían al ritmo de la música, sus movimientos sincronizados en una danza de devoción y respeto.
El sacrificio a la diosa de la fertilidad, Pachamama, era una parte central de la ceremonia. Se ofrecían alimentos, flores, y pequeñas figuras de barro, todas presentadas con gran solemnidad. Un grupo de ofrendadores se acercó al altar, llevando una cesta decorada con las mejores cosechas del año. Las cestas se colocaron cuidadosamente sobre el altar, y luego el chamán, con movimientos precisos y ceremoniales, roció las ofrendas con una mezcla de hierbas y agua sagrada.
—Que Pachamama acepte nuestras ofrendas, —murmuró el chamán mientras lanzaba pequeñas cantidades de maíz y flores sobre el altar. La multitud respondió con un canto bajo y repetitivo, una melodía ancestral que hablaba de gratitud y esperanza.
El acto final del sacrificio consistía en ofrecer una figura de barro, cuidadosamente esculpida para representar la fertilidad y la abundancia. El chamán levantó la figura sobre su cabeza, la giró lentamente en círculos mientras recitaba un antiguo hechizo, y luego la colocó con cuidado sobre el altar, rodeada de flores y alimentos.La ceremonia continuó con una danza grupal, una celebración en la que todos los presentes se unieron en una danza de alegría y unidad. La atmósfera estaba cargada de un sentido de comunidad y devoción, un recordatorio de que, en la tribu Náwa, cada ceremonia no solo era un ritual, sino una afirmación de su conexión con la tierra y sus dioses.Después de la ceremonia, la atmósfera del claro se transformó en un bullicio de celebración y alegría. Los miembros de la tribu se dispersaron, riendo y conversando mientras compartían historias y disfrutaban de la comida. Amaru, con su expresión aún iluminada por el reciente ritual, se acercó a mí con una sonrisa cálida.
—¿Tienes hambre? —preguntó, su tono amable y atento, mientras me guiaba hacia una pequeña mesa de madera que estaba decorada con una variedad de frutos frescos y exóticos. La mesa estaba cargada con mangos jugosos, piñas tropicales, y una selección de bayas y nueces que nunca antes había visto.
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Amaru ©
Mystery / ThrillerAlaida jamás pensó que un vuelo de rutina terminaría en una lucha desesperada por su vida. Tras un brutal accidente aéreo, se despierta en una isla perdida en el océano, rodeada por una naturaleza implacable y un silencio abrumador, pero pronto desc...